Pedro Sánchez habla con Joe Biden por teléfono sobre la investidura y Gaza, según ha informado al mismo presidente del Gobierno en Twitter este viernes. "Le he agradecido su felicitación por mi investidura y he reiterado mi voluntad de seguir estrechando la cooperación con EE.UU., socio estratégico, aliado y amigo de España, durante esta nueva legislatura"; ha afirmado Sánchez.
De la misma manera, los dos presidentes han abordado "la dramática situación en Gaza". "Le he trasladado mi disposición para buscar una solución política que posibilite la coexistencia de un Estado de Palestina y el Estado de Israel en paz y seguridad. Compartimos la necesidad de mantener firme la unidad transatlántica ante los desafíos globales", ha concluido Sánchez. En un comunicado, la Casa Blanca también ha confirmado la conversación telefónica entre ambos mandatarios.
Una relación fluida
En el tuit, el presidente español no ha hecho ninguna referencia a la amnistía (la cuestión clave en su investidura) ni tampoco a la respuesta de su homólogo norteamericano sobre todo aquello relativo al conflicto entre Israel y Hamás. Y es que la postura de Washington respecto de Gaza es bien diferente de la de Madrid. Mientras Sánchez abrió una crisis diplomática con los israelíes por sus críticas a la actitud del gobierno con los civiles de la Franja, Biden se ha mantenido prácticamente acrítico con con el comportamiento del ejército israelí en el enclave palestino. Una muestra de este comportamiento acrítico es la lista de objeciones de los EE.UU. a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Gaza, que este viernes ha sido aprobada de manera descafeinada porque Washington se oponía a pedir un alto el fuego. Finalmente, el texto solo insta al secretario general de la ONU, António Guterres, a designar a un coordinador especial para monitorar y verificar el envío de ayuda humanitaria a la Franja.
A pesar de todo, es verdad que la relación entre Sánchez y Biden es fluida desde la cumbre de la OTAN en Madrid, en junio del 2022. Casi un año después, el presidente norteamericano recibió a su homólogo español en la Casa Blanca. De hecho, fue en Washington donde Sánchez arrancó la campaña para las elecciones autonómicas de mayo. El PSOE salió mal parado de aquellas elecciones, pero Sánchez avanzó las elecciones generales y consiguió salvar los muebles gracias a pactos con casi todas las fuerzas políticas.