El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se someterá a la investidura como presidente del Gobierno en caso de que Mariano Rajoy vuelva a declinar presentarse esta próxima semana. La decisión, comunicada por fuentes socialistas en varios medios, consideran que sería un acto de "responsabilidad".
Ahora bien, desde el PSOE remarcan que no será hasta que culmine la segunda rueda de consultas del rey Felipe VI, y si finalmente recibe el encargo del monarca de intentarlo, cuando comenzará a dialogar para buscar el gobierno "progresista y de cambio". Sánchez busca así margen para respirar entre la avalancha de presiones de todos los lados.
Ciudadanos, primero
Si bien el número uno de Podemos, Pablo Iglesias, y Sánchez, quedaron que se llamarían durante este fin de semana, con quien sí ha tomado ya contacto el secretario general de los socialistas es con Albert Rivera. "Me ha llamado Sánchez. En los próximos días se debe dialogar", ha anunciado Rivera en un tuit.
Minutos más tarde, también lo confirmaba el socialista:
Malestar con Podemos
Mal ambiente de los de Pedro Sánchez con los
podemitas. La detallada propuesta presentada el viernes por Pablo Iglesias ha incomodado en el seno de la formación, que considera que es una estrategia "para forzar", "un chantaje". Iglesias se había postulado como vicepresidente y había exigido la creación de ministerios como el de la plurinacionalidad.
Desde el exvicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba hasta el socialista vasco Edu Madina cargaron el viernes contra el ofrecimiento. Rubalcaba, en un post en su Facebook, aseguraba que "es la primera vez que veo ofrecer un acuerdo insultando gravemente el partido con el que te quieres poner de acuerdo".