Bañados con el aroma de carne a la brasa y el chup-chup de su tradicional fideuá, los socialistas catalanes han exhibido músculo en la reunión anual de sus cuadros, la Fiesta de Rosa. A un mes exacto de reanudar oficialmente la campaña de la repetición electoral, la cita ha sido una declaración de intenciones que ha fijado el tono que imprimirán a la carrera hacia el 10-N. Unas 25.000 personas, según el PSC, han abrazado a Pedro Sánchez este domingo en el Pinar de Gavà. Una inyección de moral y un llamamiento a la movilización para alzar un muro contra "el peligro que persiste: la derecha y el independentismo".
Los líderes socialistas venían cargados de munición y la han descargado a discreción contra los dos flancos a los que culpan de la repetición de elecciones: los comunes-Podemos y el independentismo. Ninguna concesión con los soberanistas, a quienes acusan de "no condenar la violencia", a raíz de las receientes detenciones y encarcelamientos de miembros de los CDR. Si al conocerse la sentencia del Tribunal Supremo el Govern de la Generalitat y el Parlament recuperan la vía de la desobediencia -como aprobaron en el Debate de Política General de esta semana- y "vuelven a poner en riesgo el autogobierno", el secretario general del PSOE y presidente en funciones avisa de que a su gobierno no le temblará el pulso, "con serena firmeza, responderá para defender la convivencia, la integridad territorial y la soberanía nacional". No ha verbalizado el artículo de la Constitución en cuestión, pero tampoco ha sido necesario, se ha entendido todo.
En definitiva, PSOE y PSC endurecen su discurso para captar voto de un Ciudadanos desenfrenado. Iceta ha acompañado la amenaza de Sánchez de uno nuevo 155 con otra advertencia, que "no habrá ni amnistía ni referéndum, hay que proponer cosas que estén al alcance de la política." Es la respuesta del primer secretario del PSC a la fórmula que el independentismo -y también los comunes- han puesto sobre la mesa para resolver el conflicto catalán. La receta socialista: "ley y diálogo", o lo que es lo mismo, diálogo sólo si es dentro de la ley. Sin más concreciones.
Ha habido más. Tanto Sánchez como Iceta han querido alabar, aplaudir y agradecer el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, con mención específica a la Guardia Civil, después de que JxCat, ERC y la CUP aprobaran la expulsión del instituto armado de Catalunya. Asimismo, ambos han vuelto a subrayar que es grave que el gobierno Torra se alinee con los CDR detenidos. "Nosotros somos los que cuando escuchamos hablar de explosivos decimos que ni hablar, ya hemos sufrido demasiado como para que ahora cuatro gamberros lo rompan todo".
"Ni montapollos (Cs), ni pagafantas (Podemos)"
En la diana de los discursos de este domingo en la Fiesta de Rosa han estado también los dos partidos con quienes los socialsites tienen frontera de voto, en izquierda y derecha, Ciudadanos y Podemos. Miquel Iceta se ha ensañado con ellos sin mencionarles. A los de Rivera les ha tildado de "montapollos", a los de Iglesias y Colau de "pagafantas, que no se atreven a decir lo que piensan para no quedar mal con el independentismo." La solución, según Iceta, llenar las urnas de papeletas socialistas, para evitar "tener que depender de los que quieren romper España y de los que no saben si quieren o no que se marche la Guardia Civil".
El líder de los socialistas catalanes ha agradecido a Pedro Sánchez la decisión de volver a convocar elecciones, "antes que un mal gobierno, elecciones, que la gente decida". Y ha sido especialmente duro con el partido de Iglesias afirmando que "no es izquierda quien vota cuatro veces en contra de un presidente socialista".