La concordia a la cual ha apelado decenas de veces el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el fin de justificar la concesión de los indultos a los presos políticos no ha convencido a las bases del independentismo, que este lunes por la mañana le han plantado cara desde primera hora.

De hecho, hasta dos horas antes de que empezara el acto en el Liceo, centenares de manifestantes independentistas han ido llegando al centro de Barcelona convocados por la Assemblea, los CDR, Poble Lliure, La Forja y Arran.

Diputados cupaires como Dolors Sabater y Dani Cornellà han encabezado una columna que desde la plaza Catalunya ha ido hasta el Liceo gritando a viva voz "Independencia" o "¡Basta de represión, Marcel absolución!". Después de dar un pequeño rodeo por los callejones de Ciutat Vella, finalmente han conseguido plantarse delante del Liceo, donde decenas de manifestantes ya hacía rato que esperaban la llegada del presidente español. Entre los manifestantes de delante del Liceo estaba el diputado de Junts Francesc de Dalmases y el activista Marcel Vivet, condenado a cinco años de prisión.

 

Abucheos a los asistentes

Ha sido entonces cuando los Mossos d'Esquadra han visto como el dispositivo que habían planteado no ha sido suficiente para impedir que el independentismo mostrara su rechazo al acto, a los indultos y al Gobierno. Mientras no llegaba Sánchez, decenas de personas se han dedicado a insultar a todos los invitados que iban entrando al teatro, entre los cuales destacan el exconseller Santi Vila, el presidente de Foment Josep Sánchez Llibre, los diputados del PSC Eva Granados, Ferran Pedret y Ramon Espadaler, o el exlíder socialista Pere Navarro. La policía temía que se hicieran algunos lanzamientos contra el presidente a su llegada.

 

Por este motivo, la Brigada Mòbil de la policía catalana ya se ha preocupado de unir los furgones para impedir cualquier tipo de contacto visual y físico entre los manifestantes y el líder del Gobierno. Los concentrados han respondido encendiendo algunas bengalas, cosa que todavía ha generado más ambiente de manifestación y protesta, cosa que a buen seguro querían evitar los responsables de imagen y protocolo de la Moncloa.

Mientras tanto, un potente altavoz iba recitando el nombre de los más de 3.000 represaliados y reclamando la amnistía para cada uno de ellos. También han sonado canciones emblemáticas del independentismo como L'Estaca de Lluís Llach o Agafant l'horitzó de Txarango.

Quizás un poco animados por la música, algunos manifestantes han querido enfrentarse con los agentes que todavía separaban una concentración de la otra en las Ramblas, cosa que ha producido algún momento de tensión y empujones, pero sin que la cosa fuera más allá.

 

Ha sido en este momento cuando un manifestante independentista ha respondido a la provocación de una espontánea españolista. Al intentar quitarle la rojigualda ha sido reducido por un mosso.

Fuerte dispositivo de seguridad

Sánchez, que aprobará mañana los indultos en el consejo de Ministros según ya ha confirmado esta misma mañana en el acto de Liceu, ha visto cómo el independentismo de calle lo ha obligado a esconderse y protegerse detrás de decenas de furgones de los antidisturbios para poder entrar en el teatro.

Además, desde primera hora de la mañana también había agentes francotiradores de los GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad) de la policía española colocados en los terrados de los edificios de delante del Liceo para proteger su integridad física.

 

A pesar de toda esta protección, la reivindicación independentista se ha colado dentro del acto de la mano de un militante de Arran que ha gritado "Viva la tierra" y "la independencia, la única solución." También ha gritado a favor de la amnistía.

 

En la salida, Sánchez también ha tenido que salir casi de incógnita, tapado por los furgones de los Mossos y subiendo rápidamente al coche oficial para abandonar rápidamente el acto que no ha superado la hora de duración.

Foto: Sergi Alcàzar

 

Imagen principal: manifestantes con una estelada delante de un mosso / Foto: Montse Giralt.