La detención de Carles Puigdemont ha sobrevolado hoy el Congreso de los Diputados. No en balde, hoy la formación del president en el exilio tenía pregunta para Pedro Sánchez, que no ha desperdiciado. Como tampoco lo ha hecho la derecha. Junts per Catalunya le ha interrogado justamente por el papel del Estado español en el arresto en el Alguer, pero el presidente español ha pasado de largo y les ha acusado incluso de conspiranoia. En este panorama, el partido independentista ha roto los pocos puentes que quedaban: "Con Ustedes no podemos negociar nada".
La portavoz Míriam Nogueras ha preguntado a raíz de todo: "¿Tiene conocimiento de las actuaciones de todos sus departamentos en el ámbito internacional?·. Pedro Sánchez se la ha despachado brevemente: "Sí, señoría". Pero la dirigente de Junts no se ha dado por satisfecha y le ha enviado un aviso: "Las instituciones judiciales y policiales que abanderan el fascismo les están haciendo un pulso. Son los que deciden lo que pasa y cómo. Lo que hemos visto es un putiferio". Y le ha preguntado: "¿Qué está haciendo al gobierno más progresista de la historia frente el golpe de estado togado? Aprovecharse". Nogueras ha concluido denunciando el "diálogo ficticio" y los "engaños y cobardía" del Gobierno, que "no es la solución a la represión, al expolio y al bullying al pueblo de Catalunya".
¿La contrarréplica de Pedro Sánchez? Acusarle de conspiranoia. Ha utilizado el ejemplo de una estrella de la NBA que "dice que no se quiere vacunar porque hay una conspiración para vacunar a los negros y conectarles a un ordenador que tiene un plan satánico". Y ha añadido acto seguido: "Honestamente, con todo el respeto, ni usted misma se cree lo que está diciendo a las Cortes Generales". El presidente del gobierno central ha rebatido que "España es un país democrático", que "lo dicen los rankings internacionales". Y se ha aferrado a la mesa del diálogo, asegurando que defiende "al 80% de los catalanes que quieren un acuerdo y no unilateralidad".
No ha sido la única portavoz que le ha sacado el asunto Puigdemont a Sánchez. También lo han hecho Pablo Casado y Inés Arrimadas. El líder del PP y jefe de la oposición le ha instado a responder si "cumplirá su palabra y traerá a Puigdemont a España". No sólo eso, sino que lo ha reclamado "levantarse de la mesa de diálogo" y poner en marcha "una campaña internacional para que se respete la justicia española en todos los países". Una campaña que pasa por "presionar" a la justicia italiana. Y ha remachado: "Si no está dispuesto a defender España de delincuentes y la crisis económica, váyase y déjenos hacerlo".
Una vez más, el presidente español se ha negado a coger el toro por los cuernos y se ha centrado en atacar al PP. "Los españoles, sean de derechas o izquierdas, del norte o del sur, están hasta la coronilla de la bronca, los insultos y los gritos," le ha replicado Pedro Sánchez. Y ha insistido como las últimas semanas y meses: "Nos gustaría que el PP y usted mismo ayudara por una una vez a su país. Cumpla la Constitución y la legalidad democrática. Acepten que han sido derrotados en las urnas".