Pedro Sánchez ha decidido que el PSC mantenga su cuota dentro de la ejecutiva federal del PSOE. El mismo número de personas y los mismos nombres y apellidos: Jordi Hereu (exalcalde de Barcelona y actual ministro de Industria y Turismo), Montse Mínguez (secretaria general del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso) y Manuel García Salgado (UGT). Ocuparán, respectivamente, los cargos de secretario de Industria, secretaria de Trabajo, Economía Social y Autónomos, y secretario de Memoria Democrática y Laicidad. Por otra parte, Pedro Sánchez ha confirmado que mantiene a los números 2 y 3 del partido en la misma posición. Prorroga, pues, su confianza con la vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria general de la formación, María Jesús Montero, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Este último, a pesar de haber sido señalado de forma directa por Víctor de Aldama, es un hombre clave dentro de las filas socialistas porque es el encargado de liderar el diálogo permanente con Junts per Catalunya y Carles Puigdemont. "Este congreso es un cierre de filas", aclaran desde la sala de máquinas del PSOE. La delegada del Gobierno en el País Valencià, Pilar Bernabé será premiada con el cargo de secretaria de Igualdad, mientras que Esther Peña continuará como portavoz del partido.
El último congreso del PSOE se celebró en 2021 en València. Y en aquel cónclave los miembros del PSC que pasaron a formar parte de la máxima cúpula socialista fueron Montse Mínguez, Manuel García Salgado, Víctor Gutiérrez y Eva Granados. Pero esta última ya no formaba parte de la comisión ejecutiva del partido de Pedro Sánchez. Víctor Gutiérrez, por su parte, ya no forma parte de la federación del PSC.
Ponencia del PSOE
También este sábado, el PSOE ha aprobado con sus bases cómo queda a partir de ahora su ideario. Entre varios aspectos, los socialistas han acordado inspirarse en la Francia de Emmanuel Macron e incluir en la Constitución derechos como el matrimonio homosexual, el aborto o la revalorización de las pensiones y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), con la intención de que estas medidas no estén en riesgo de ser derogadas si llegan al poder formaciones contrarias que quieran tumbarlo.
Los delegados de las distintas federaciones socialistas que se han reunido este fin de semana en Sevilla han acordado impulsar una jornada laboral más "reducida, flexible y saludable". De la ponencia del PSOE también cae la 'Q' y el '+' del acrónimo LGTBIQ+ que hasta ahora utilizaba la formación y que hacía referencia a aquellas personas que rechazan todo tipo de clasificaciones del sistema binario hombre-mujer, los asexuales o los pansexuales, entre otros. Se trata, al fin y al cabo, de una victoria del colectivo tránsfobo 'terf' ante las feministas inclusivas.
Jornada laboral y salario mínimo
En clave laboral, los delegados socialistas han aprobado el mandato de aprobar una nueva ley de usos del tiempo que consolide el acceso de los empleados a la flexibilidad horaria, la concentración de la jornada laboral en horario de mañana y el teletrabajo, siempre que la naturaleza del lugar lo permita. Para hacerlo posible, se apuesta por conseguir la reducción a 37,5 horas semanales que actualmente negocian patronal y sindicatos y avanzar hacia un recorte más ambicioso que deje la semana de trabajo en 36 horas en 2030.
Con respecto al SMI, se propone incluir en la Carta Magna la obligatoriedad de revalorizarlo para que siempre esté por encima del 60% del salario medio, tal como establece la Carta Social Europea. También se apuesta por incrementar el impuesto de sociedades a las empresas donde el personal ejecutivo cobre 40 veces más que la media de la plantilla. Asimismo, se plantea obligar por ley a las grandes empresas a repartir una parte de sus beneficios entre los trabajadores.
Financiación de "singularidades"
También este sábado, el PSOE ha ratificado en su ideario que apuesta por una financiación autonómica de "singularidades" para todo el mundo. En Sevilla, las distintas federaciones han aprobado por unanimidad defender un modelo de "singularidades" que compagine la negociación "multilateral" entre autonomías con la "bilateral" entre comunidades y Gobierno; y que se dirija, en última instancia, hacia un sistema "federal".
Es decir, meses después de haber pactado con los republicanos un modelo de financiación singular para Catalunya, ahora el partido de Pedro Sánchez aboga por uno que tiene que "reconocer las singularidades" de cada territorio. A pesar de todo, los miembros del PSC que salían de esta comisión lo han hecho satisfechos, porque señalan que pueden seguir implementando el acuerdo de Salvador Illa con los republicanos. El socialista valenciano Arcadi España ha sido el encargado de conciliar las distintas posiciones entre federaciones.