El gobierno de Pedro Sánchez no prevé cambiar el nombre de la unidad militar legionaria denominada I Bandera Comandante Franco. La justificación dada por el Ejecutivo es que el dictador "fue el primer jefe de la unidad, entre los años 1920 y 1922", y no consideran que contradiga la Ley de memoria histórica vigente en el Estado. Esta ha sido la respuesta a la pregunta sometida por el senador de Compromís, Carles Mulet, que denuncia el hecho que el Gobierno todavía no haya hecho ningún gesto para impulsar el cambio del nombre que "humilla a las víctimas de este genocida".
La respuesta
En la pregunta formal que el senador hizo por escrito al Gobierno, Mulet recuerda que "el ministerio de Defensa reconoció que el mantenimiento de este nombre choca con la ley de memoria histórica, pero de momento no ha impulsado su cambio. ¿Por qué"?, reclama.
En la respuesta, el Gobierno reconoce que la Ley 52/2007, del 26 de diciembre, obliga al Estado a tomar "medidas a favor de los que sufrieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura". Además, señalan que la Orden CUL/3190/2008, del 6 de noviembre, dicta explícitamente la "retirada de símbolos franquistas en los bienes de la Administración General del Estado y sus organismos públicos dependientes".
A pesar de admitir la existencia de estas legislaciones, el Ministerio de Defensa considera que "ha realizado las acciones debidas para darles cumplimiento, retirando numerosos símbolos y modificando denominaciones de bases, acuartelamientos o establecimientos que vulneraban lo que se establece" en las leyes.
Sin acabar de entrar en el porqué de la cuestión, tal como pedía el senador Mulet, Gobierno simplemente concluye que "la Bandera de Infantería Protegida I enmarcada en el Tercio Grande Capitán de la Legión, perteneciente a la Comandancia General de Melilla, lleva el nombre del Comandante a Franco porque esta fue el primer jefe de la unidad, entre los años 1920 y 1922."
Esta es la única justificación que dan, regurgitando la información que la misma pregunta ya señalaba, refiriéndose al dictador como "Comandante Franco", sin afirmar o desmentir que prometieran cambiar el nombre de la unidad, y sin cuestionar que todavía lo lleve. Es decir, sin contestar la pregunta.
La repregunta
No conforme con la respuesta disuasiva del Ejecutivo, el senador Mulet volvió a preguntar si "piensa el Gobierno impulsar un cambio" para que la unidad "tenga un nombre que no humille a las víctimas de este genocida". Esta vez, la réplica del Estado no solo vuelve a recordar las leyes vigentes que ordenan la retirada de símbolos franquistas, sino que los socialistas aprovechan para hacer campaña política: "el Gobierno ha presentado el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, en el cual se incluyen nuevas previsiones con respecto a cuestiones planteadas en su pregunta", se limitan a contestar.
"Insuficiente y ridícula"
Ante la actitud del gobierno de Sánchez y el Ministerio de Margarita Robles, el senador de Compromís cree que la respuesta es "vergonzosa": "reconocen que desde 2007 según la Ley de Memoria Histórica este nombre no tendría que permanecer, pero el mismo Gobierno del PSOE ha permitido que perviva, y no se compromete en ningún momento en su retirada."
Para el senador, el gobierno del Estado "se convierte de manera reiterada en la humillación de las víctimas de este genocida que mantienen este distintivo. Como colofón, afirman que el anteproyecto de nueva Ley de Memoria Democrática que hace meses que permanece paralizante aborda "cuestiones como las planteadas", que las aborda con igual insustancialidad que la ley de 2007 que el mismo Gobierno no cumple, si no cumplen con una ley en vigor desde hace más de 13 años, qué insinúan con una ley insuficiente que todavía no ha iniciado la tramitación parlamentaria y nos parece igual de'insuficiente y ridícula que la de 2007.
El Gobierno de PSOE y UP permiten y están bien contentos con esta denominación y a pesar de haber tenido tiempo suficiente para cambiar el nombre, aquí está, y estará"