"Nuestro modelo de financiación es el mismo en todos los territorios". Así se ha expresado este lunes Pedro Sánchez en una reunión de diputados, senadores y europarlamentarios del PSOE que se ha celebrado en el Congreso. En un discurso para exponer las líneas maestras del curso político que justo acaba de arrancar, el presidente del Gobierno ha defendido "blindar los pilares del bienestar que están en manos de las comunidades autónomas atendiendo a las particularidades de cada uno de estos territorios". Ha sustituido así la palabra 'singularidad' por 'particularidad'. "Defenderemos un nuevo sistema de financiación para garantizar la igualdad entre españoles", ha añadido el líder socialista en su intervención.
Pedro Sánchez ha lamentado que, paralelamente, la propuesta del PP en esta materia es "privatizar los servicios públicos y confrontar territorios". De momento, el líder socialista ha conseguido pasar la patata caliente de la financiación a su principal adversario político, Alberto Núñez Feijóo, apostando por una reforma del sistema de régimen común; cosa que ha provocado las primeras grietas en el PP, con presidentes autonómicos que ya han empezado a rebelarse contra la prohibición de Génova 13 de sentarse a negociar bilateralmente con el Gobierno. Mientras tanto, sin embargo, Junts per Catalunya y ERC exigen al PSOE que entregue a Catalunya un concierto económico como el vasco. De momento, los socialistas niegan que hayan pactado este sistema con los republicanos.
Este lunes, Pedro Sánchez le ha dado la vuelta a la cuestión de la financiación y ha señalado que todo este tema gira alrededor de "la ideología y no de la economía". A su entender, el debate sobre la financiación gira alrededor de lo "público y privado"; y a la contraposición de los modelos que defiende el PSOE y los que defiende el PP.
La semana pasada, el presidente del Gobierno pidió a los barones socialistas críticos que dejaran ya de lado sus ataques al pacto por un sistema de financiación singular para Catalunya. En una rueda de prensa desde China, opinó que acentuar el "agravio territorial" y la confrontación entre varias comunidades autónomas puede hacer que Catalunya vuelva en al 2017. "Estoy convencido de que lo que es bueno para Catalunya es bueno para el conjunto del país; no quiero repetir aquel camino", aseveró entonces.
Plan de acción democrática
Paralelamente, el presidente del Gobierno ha anunciado que este martes el Consejo de Ministros aprobará el plan de acción democrática que anunció antes del verano. La intención, según ha expuesto en su discurso, es llevarlo al Congreso de los Diputados con la esperanza de que el PP vote a favor, con el argumento de que, en la Eurocámara, los populares europeos han votado a favor de las medidas que irán incluidas en el proyecto español. "No se entendería que en Estrasburgo aprueben unas cosas y después aquí, en el Congreso de los Diputados, voten en contra de estas mismas cuestiones", ha señalado.
El líder socialista ha aseverado que su plan se basará en la Constitución española y "defenderá los derechos de los ciudadanos a una información veraz". "Confío en que acabe contando con el apoyo de todos los demócratas de nuestro país", ha pedido después de asegurar que el plan democrático tendrá como objetivo que los ciudadanos españoles disfruten de una mayor "transparencia y pluralidad".
Sánchez pide apoyo a los presupuestos del 2025
Por otro lado, Pedro Sánchez también ha pedido a los distintos grupos del Congreso de los Diputados que apoyen los presupuestos del 2025, después de que PP y Junts per Catalunya tumbaran la senda de déficit presentada por el Gobierno el pasado julio y que Míriam Nogueras advirtiera a María Jesús Montero que los independentistas, de momento, no han cambiado de opinión. "Los 5.000 millones de euros adicionales por comunidades autónomas y ayuntamientos podrían no llegar si los partidos políticos conservadores se olvidan de sus votantes y se dejan llevar por el sectarismo", ha manifestado este lunes el líder socialista.
Sea como fuere, el presidente del Gobierno ha reivindicado su voluntad de agotar la legislatura, por muchos porrazos parlamentarios que se haya llevado hasta ahora. Es por eso que ha instado a los diputados socialistas del Congreso a dialogar y "abrirse a las ideas y necesidades" del resto de grupos del hemiciclo situado en la madrileña Carrera de San Jerónimo. Así, ha pedido levantar puentes con aquellos partidos que quieren "construir", así como "no perder el tiempo" con las formaciones que solo buscan "destruir". Finalmente, ha enmarcado su debilidad parlamentaria y la fragmentación del Congreso dentro de la normalidad de la actual política europea.