Se mueve, pero muy poco. Pedro Sánchez ofrece sólo revisar el estado de alarma en cuatro meses. Esta la oferta que ha hecho a Pablo Casado y al conjunto de la oposición. "Aquí está la propuesta. Espero que la acepten", ha asegurado el presidente español. Según la oferta de La Moncloa, si el 9 de marzo el Consejo Interterritorial de Salud decidiera que se debe levantar la excepcionalidad porque han mejorado las condiciones, se acabaría el estado de alarma. En cambio, si no lo decidieran así las Comunidades Autónomas, se mantendrían los seis meses, hasta el 9 de mayo.
La propuesta queda muy lejos de las expectativas de la oposición, donde el desconcierto se ha generalizado por el periodo de seis meses, por la falta de control parlamentario sobre el gobierno. Se han quejado el PP y Ciudadanos, pero también formaciones independentistas como ERC, Junts per Catalunya o el BNG. Pablo Casado ha ofrecido acortarlo a ocho semanas. Gabriel Rufián ha reclamado votaciones periódicas en el Congreso para revalidar la confianza de la cámara baja.
En su respuesta a Pablo Casado, el presidente del Gobierno ha defendido que lo que hacen es "luchar de forma contundente contra el virus con todas las armas constitucionales", y que están dando a las comunidades "todos los recursos legales y materiales". Dicho esto, ha contrapuesto la oposición que hace una "crítica constructiva" y arrima el hombro, y el PP, que "comete error tras error". Sánchez ha dicho que "el gobierno de España está por la unidad", y que eso "significa escuchar". Fue en este momento cuando lanzó la oferta de los cuatro meses.
"De aquí 4 meses si el Consejo de Política Interterritorial estipula que ya no es necesaria la alarma, el Gobierno revisará la decisión y levantará el estado de alarma. Si no, lo mantendrá hasta el 9 de mayo", se ha limitado a ofrecer.
El jefe de la oposición, sin embargo, no ha recibido de buen grado el ofrecimiento, que también supone "eludir el parlamento". Casado ha denunciado que se ha aprobado un estado de alarma de seis meses "sin control parlamentario ni judicial que desborda nuestro estado de derecho". Y ha insistido en su propuesta de ocho semanas, "el doble que otros países europeos", que permitiría salvar la campaña de Navidad. "¿Por qué no acepta esta propuesta?", le ha preguntado.
Sánchez esquiva las detenciones
A Pedro Sánchez se le ha visto hablando bastante rato con el ministro Fernando Grande Marlaska antes de la sesión de control. Pero no ha tenido ninguna palabra sobre el operativo de la Guardia Civil contra los empresarios que montaron el Tsunami Democràtic. La portavoz de JxCat, Laura Borràs, ha aprovechado su pregunta al presidente español para criticar la nueva "ola de detenciones". El dirigente socialista, sin embargo, ha ignorado las referencias; se ha limitado a la pregunta sobre los fondos europeos. Frente a esto, Borràs ha ironizado si esta es la vía del "diálogo" y la "desjudicialización" que ofrece el Gobierno de coalición.
Rufián con desahucios
Gabriel Rufián también ha preguntado a Pedro Sánchez, y se ha centrado en la política de vivienda del Gobierno, el día después que entre PSOE y Podemos acordaran regular los alquileres. El portavoz de ERC ha mostrado una fotografía de ayer de un desahucio en el barrio madrileño de Carabanchel. Sánchez ha reivindicado las moratorias aprobadas por La Moncloa. Rufián ha avisado de que el 70% de los desahucios tienen lugar en pisos de alquiler. Le ha reclamado profundizar en la regulación de los precios y un cambio en la ley de enjuiciamiento civil para que los jueces no "jueguen a la ruleta rusa con las familias". El presidente español ha afianzado su compromiso de llevar a la cámara una norma para la regulación de los alquileres.