El PSOE está intentando llevarse un 2x1 en las negociaciones con Esquerra Republicana. Pedro Sánchez ya se comprometió en su acuerdo de investidura con ERC a mejorar el sistema de financiación de Catalunya. Y ahora, a cambio de que los republicanos invistan a Salvador Illa president de la Generalitat, se ha abierto a negociar un sistema de financiación singular. Con mensajes ambiguos, él y sus ministros han hecho malabares en los últimos días. Incluso el mismo líder socialista apuntaba este pasado miércoles en el Congreso que hay que desvincular la entrada del PSC en el Palau de la Generalitat con la mejora de la financiación catalana. Pero miembros de la alta jerarquía del Gobierno y de Ferraz, con los micrófonos apagados, sí que reconocen que esta es la gran contraprestación que están dispuestos a entregar a ERC. Los socialistas piden a los republicanos hacer el mismo acto de fe otra vez, sobre todo porque todo tiene que pasar por el Congreso y, por lo tanto, tiene que contar con el aval de Junts y también con el de Compromís y la Chunta Aragonesista. Ahora bien, hay una importante diferencia en el significado de la palabra 'singular' en los diccionarios de la Moncloa y de Calàbria. Mientras tanto, fuentes de la alta jerarquía socialista admiten que ya trabajan en "fórmulas imaginativas" para convencer a los republicanos, pero destacan un problema: temen hacer una propuesta sólida a un partido que sufre un terremoto interno. "No tenemos claro cuál es el interlocutor en el otro lado", destacan.

"No sabemos quién hay ahora mismo en la dirección de ERC que tenga suficiente poder para imponer el acuerdo a la militancia", señala a ElNacional.cat un directivo de la sede de Ferraz, que teme que cualquier contrapropuesta socialista pueda acabar en papel mojado. Pero un miembro del Gobierno de la máxima confianza de Pedro Sánchez considera que no hay alternativa. Explica que en el laboratorio monclovita ya trabajan en ideas diversas; ninguna de ellas, sin embargo, dentro del marco del concierto económico históricamente reclamado por los catalanes. Preguntado por el hecho de que los socialistas están vendiendo a los republicanos la misma cosa dos veces, señala, sencillamente, que ERC tiene que ser consciente del peligro de ir a nuevas elecciones catalanas. Dan por hecho que el PSC quedaría prácticamente igual y que Junts arrancaría más votos y escaños a ERC.

Estas combinaciones "imaginativas" podrían ir enfocadas a esquivar el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se tiene que reunir este julio, cuando quedará un mes para poder investir al nuevo president de la Generalitat. Porque las mismas fuentes apuntan que quieren llegar a un acuerdo con el PP para reformar el sistema multilateral sea como sea. Pero primero hace falta que barones populares como la madrileña Ayuso, el andaluz Moreno Bonilla y el gallego Rueda se pongan de acuerdo entre ellos. Además, señalan que pueden abordar de forma separada "las financiaciones singulares" de la reforma global del sistema autonómico. Sea como sea, cualquier acuerdo tendría que pasar en última instancia por el Congreso de los Diputados. Una reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) necesita ser aprobada por mayoría absoluta. Y eso implicaría que Junts per Catalunya avalara un acuerdo entre ERC y PSOE, así como recibir también la luz verde de dos formaciones integradas en Sumar que esta semana ya han avisado que están en contra de la singularidad catalana: Compromís y la Chunta Aragonesista.

Dicho esto, fuentes del grupo parlamentario de ERC en Madrid replican que ya invistieron a Sánchez a cambio de una mejora en la financiación, por lo que señalan que lo que está ahora mismo sobre la mesa tendría que ser contrapartida, por ejemplo, de la luz verde de los republicanos a los próximos presupuestos generales del Estado; no a la investidura de Illa. Ahora bien, admiten que conseguir un modelo de financiación singular sería alcanzar una importantísima contrapartida. De la misma manera, avisan: "Unas nuevas elecciones no nos dan tanto miedo como piensan".

El pacto PSOE-ERC para investir a Sánchez

¿Qué dice el pacto firmado el pasado mes de noviembre entre el PSOE y ERC para investir a Pedro Sánchez? Aparte de crear una empresa para gestionar el traspaso de Rodalies y condonar parte de la deuda autonómica, las dos partes se comprometían a negociar la mejora del sistema de financiación de Catalunya. Los socialistas se comprometieron a constituir durante el primer trimestre de 2024 una comisión bilateral entre el Gobierno y la Generalitat. Ha pasado ya medio año y todavía no se ha creado este mecanismo. El objetivo de la comisión era "abordar jurídica y económicamente los puntos identificados en el diagnóstico común, conseguir una financiación adecuada que garantice la suficiencia financiera de los servicios públicos de Catalunya y asegurar el cumplimiento de los compromisos de inversión contenidos en el Estatut d'Autonomia del 2005".

Los diccionarios de Moncloa y Calàbria, significados diferentes de la palabra 'singularidad'

Ahora, Esquerra Republicana pide un sistema de financiación singular. En los diccionarios que hay en la sede republicana de la calle Calàbria de Barcelona, la palabra 'singular' significa la plena soberanía fiscal. Es decir, que la Generalitat recaude y gestione tributos como el IVA, el IRPF, el impuesto sobre sociedades o los impuestos especiales, lo que comportaría pasar de gestionar el 9% de los impuestos al 100%. La propuesta de ERC, al fin y al cabo, es similar a la del concierto vasco, pero con unas pinceladas más de generosidad con el resto de territorios del Estado; una propuesta casi idéntica al pacto fiscal que Artur Mas propuso, sin éxito, a Mariano Rajoy en 2012. Los republicanos, aparte de recaudar y gestionar la totalidad de los impuestos, proponen pagar al Estado los servicios que presta en Catalunya y también una contribución de solidaridad con las otras autonomías.

 

Pero en los diccionarios de la Moncloa, 'singularidad' se reduce sencillamente a 'peculiaridades' dentro del régimen común. Es por eso que insisten en que la negociación bilateral es compatible con la multilateral. Fuentes de la sala de máquinas del Gobierno reducen estas expectativas a permitir que Catalunya tenga un dinero más para prestar los servicios de las competencias que la Generalitat tiene transferidas, como es el caso de los Mossos d'Esquadra o del sistema penitenciario. "Donde no está el PSOE es en el concierto", proclamaba este pasado lunes la portavoz del partido, Esther Peña. Y los socialistas no se han movido todavía ni un milímetro de aquí.

Paralelamente, Salvador Illa también hace su propuesta: impulsar el consorcio tributario Estado-Generalitat que figura en el Estatut, aprobado en 2005, y que fija que este consorcio tendría que haberse creado ya en 2007. Propone, pues, recaudar el 100% de los impuestos de los catalanes, pero no tener la llave de la caja: seguiría gestionando este dinero el Estado.