El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha entrado a valorar por primera vez personalmente el pacto con Junts para delegar competencias migratorias a Catalunya a través de una ley orgánica, acordado 'in extremis' en el marco de la aprobación de los últimos decretos de medidas anticrisis y políticas sociales después de una votación agónica que no se resolvió hasta el último momento, y deja en el aire si se convertirá en un nuevo ejercicio de esconder la bola en el juego del trilero por parte de un PSOE versado en la práctica o si ha sido todo una comedia de Junts para sacar pecho de cara a su electorado y dejar en evidencia una supuesta debilidad negociadora de ERC, así como rascar votos hacia la derecha en terrenos de otros partidos de momento minoritarios que son marcadamente xenófobos, por la materia de la cual se trata.
🔴 Sánchez, empujado a rehacer la gestión del pacto con Junts para aguantar la legislatura
🟡¿Qué supone el acuerdo Junts-PSOE para la delegación de competencias de inmigración?
Sánchez asegura este domingo en una entrevista a El País que lo único que se abordará en la negociación es lo que ya está recogido en el Estatuto de Autonomía catalán en materia de política migratoria —en concreto en el artículo 138, que versa sobre cómo gestionar la acogida de migrantes—, a la vez que señala que la política que prevalece es la comunitaria, el Pacto de Migración y Asilo de la Unión Europea aprobado bajo mandato español del Consejo Europeo. Ahora, dice el presidente socialista, hace falta pasar por el trámite parlamentario y encontrar un punto de acuerdo, hablando con el Govern de la Generalitat, que ejercerá estas competencias. Con todo, apunta que la expulsión de migrantes es competencia de la Administración General del Estado, de acuerdo con "la Constitución, el Estatuto de Autonomía de Catalunya y el Pacto de Migración y Asilo europeo".
Sobre el discurso utilizado últimamente por Junts, que centra el discurso relativo a las migraciones al vincular inmigración con delincuencia y que los críticos han apuntado como a "comprar el marco de la extrema derecha", Sánchez dice que no lo comparte "en absoluto" y asegura que España está ejerciendo una política migratoria "humanista", aumentando los recursos destinados en el asilo y ampliando los lugares de acogida para los inmigrantes irregulares que llegan desde el norte de África.
Asumir la "pluralidad política" y la "diversidad territorial"
El presidente socialista también quita hierro a la aprobación in extremis del último paquete de medidas anticrisis, con una votación agónica en la que hasta el último momento no se veía claro si saldría adelante o no, y conseguida después de este pacto con Junts para traspasar competencias sobre inmigración a Catalunya: "Creo que lo importante para la ciudadanía es el que se aprueba. [...] Son políticas en beneficio de la mayoría social". También lo normaliza, en tanto que "vivimos en un tiempo en Europa y España de mayorías parlamentarias fragmentadas", en el cual toca asumir la "pluralidad política" y la "diversidad territorial" para poder gobernar, con "trabajo y capacidad de diálogo". Una realidad que, apunta, es común "en cuatro de cada cinco países en Europa".
El presidente español se ha mostrado seguro de que la legislatura durará cuatro años y que se gobernará "desde la pluralidad política y la diversidad territorial". Preguntado sobre si confía en Junts, después del desbarajuste con la votación de los decretos anticrisis, Sánchez apunta que "hará falta tiempo, paciencia y determinación," de las cuales, dice, tiene "todas los del mundo". En este sentido, cree que incorporar el independentismo al sistema de partidos español hace que la democracia sea mejor y más completa.
"Hoy no hablan de independencia, sino del IVA en el aceite de oliva"
Sánchez establece tres pilares básicos de la acción de su gobierno: crear puestos de trabajo, derechos sociales y lo que llama "convivencia", en relación con el independentismo. Sobre este último punto, Sánchez asegura que se está haciendo algo "muy importante", en tanto que, asegura, los partidos independentistas ahora invisten a un presidente del Gobierno y participan de la gobernabilidad de España, mientras que anteayer se negaban a hacerlo. I saca pecho de desamar al independentismo: "Hoy no discuten sobre la declaración de independencia, sino que sobre el IVA del aceite de oliva o el abono del transporte público".
Reunión con Puigdemont y Junqueras después de la amnistía
Con todo, el presidente español asegura que tiene la intención de reunirse con Carles Puigdemont y Oriol Junqueras después de que se apruebe la ley de amnistía. "Si estamos normalizando la situación en Catalunya, si nosotros hemos indultado previamente a estos líderes independentistas y en otros, efectivamente, junto con otra mucha gente, si procederemos a un hecho trascendente como es la amnistía, es evidente que tendremos que encontrarnos y hablar", admite.
Aprovecha para dejar un recado a Feijóo
Sánchez también aprovecha para lanzar un dardo al líder de la oposición y presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, al cual reprocha que cuando la derecha gobierna puede pactar con independentistas o nacionalistas y "es sentido de Estado", mientras que si lo hace el PSOE, "están vendiendo España a trozos". Sus pactos con el independentismo, dice, es para "superar la crisis territorial más grave vivida en los últimos 40 años", mientras que la alternativa que proponen PP y Vox, asegura, es un "estado de excepción permanente, el 155 permanente, o la ilegalización de partidos políticos", cosa que va contra los intereses de España.