Pedro Sánchez, que esta semana había retado a los críticos a disparar sin vergüenza contra el pacto PSC-ERC por la financiación singular en el comité federal, consiguió el sábado perimetrar las llamas y contuvo el incendio en los territorios siempre críticos de Castilla-La Mancha y Aragón. A pesar de todo, la tensión interna se palpó en la llegada y salida de cada uno de los barones socialistas, que ven en el precio a pagar para investir a Salvador a Illa president de la Generalitat un agravio para el resto de territorios del Estado. En medio del malestar, el presidente del Gobierno instó a sus compañeros de partido a contribuir en el diseño de una propuesta consensuada en materia de financiación: extender el modelo singular para Catalunya al resto de comunidades y abrir así una "nueva etapa autonómica" que convierta a España en un estado federal. Todo, mientras Sánchez pone en marcha un proceso de renovación en el PSOE. A finales de noviembre se celebrará un congreso en Sevilla para remodelar la dirección estatal del partido y, más tarde, sustituir a algunos líderes autonómicos que no acaban de convencer al electorado en sus respectivos territorios.
Los comités federales que celebra el PSOE se hacen siempre a puerta cerrada. Solo la primera de las intervenciones, la de Pedro Sánchez, es en abierto. Este sábado, hasta una treintena de personas hablaron después de él. Finalmente, el líder socialista hace una última intervención que sí que es secreta. Según explican a ElNacional.cat algunos de los asistentes en este cónclave, el presidente del Gobierno hizo varias apelaciones a la "creatividad" para encontrar un consenso entre socialistas en materia de financiación. Los distintos asistentes a este comité federal señalan que el ambiente dentro de la sala fue mucho más conciliador que el de los discursos en las puertas de Ferraz, delante de los micrófonos y las cámaras. Así, Emiliano García-Page y Javier Lambán continuaron con los reproches, pero no con la misma beligerancia que de puertas afuera. Sánchez rechazó entrar al choque con estos dos barones. El aragonés, que perdió el trono autonómico en las elecciones del 28-M de 2023, será uno de los barones a sustituir: ya ha anunciado que abandonará el cargo en el congreso regional que organice el PSOE de Aragón.
Será interesante en los próximos meses seguir qué papel juega Juan Lobato, líder del PSOE en Madrid; tercera fuerza en la comunidad y el ayuntamiento. Aparece en varias quinielas como uno de los líderes territoriales con números de ser sustituido por un candidato impulsado por la Moncloa. Pero el actual jefe de filas de los socialistas en la capital española se ha avanzado a cualquier purga, y este sábado ya hizo su primer contraataque: después de haber criticado el pacto PSC-ERC, ahora ha decidido bajar el tono y se ha propuesto para convertirse en el vértice de unión de los diferentes posicionamientos que tengan los barones del PSOE en el debate por un nuevo modelo de financiación. Tal como explican a este periódico varios asistentes al cónclave socialista, Lobato manifestó a sus compañeros y a la dirección del partido que su currículum le avala para liderar un acuerdo entre barones: de joven vivió en Catalunya durante una etapa, militó en el PSC y trabajó en la Agencia Tributaria de Catalunya.
Después de las pasadas elecciones europeas, Pedro Sánchez señaló Madrid como uno de los posibles territorios donde hacer cambios. Esta pasada semana, y a las proximidades del comité federal que se celebró este sábado, Lobato ha estado haciendo declaraciones en su defensa. Manifestó que el PSOE tiene que demostrar que tiene bastante experiencia para saber que "no funciona poner a uno y al cabo de dos años poner a otro". Días antes había manifestado el deseo de "dejar de mirarse la espalda cada martes y jueves".
La estrategia de bajar el tono ante la posibilidad de ser relevado de su cargo la han seguido también en Andalucía. Juan Espadas, que en julio aseguró que no "permitiría" ningún "agravio ni privilegio que perjudique a los andaluces", abogó este sábado por un nuevo modelo que "reconozca la diversidad" y "favorezca la unidad" de los territorios. El castellanoleonés Luis Tudanca, que también suena a ser relevado de líder regional, aplaudió en su llegada al comité federal la "valentía" de Pedro Sánchez de plantear un debate y un nuevo modelo. Voces como las del extremeño Miguel Ángel Gallardo pidieron "reflexión y diálogo" en la construcción de un nuevo régimen común.
Las opiniones son diversas dentro del PSOE. Francina Armengol, a su llegada, hizo una defensa encarnizada de Pedro Sánchez y del pacto entre Esquerra Republicana y el PSC. "El café para todos ha caducado", manifestó; aparte de pedir un buen acuerdo para Catalunya, así como para "el resto de comunidades de España, incluidas las Baleares", en el que se reconozcan las "singularidades" de todos los territorios del Estado. También el murciano Pepe Vélez salió en defensa de la "necesidad" de abordar esta reforma de financiación. La mayoría de barones coincidió en destacar que Catalunya "abría una ventana".
Sánchez, a la reelección como líder del PSOE
Todos estos cambios de liderazgos territoriales se producirán, como temprano, a finales de 2024. Antes se tendrá que celebrar el 41.º Congreso Federal del PSOE, que tendrá lugar del 29 de noviembre al 1 de diciembre en Sevilla. Pedro Sánchez ya ha anunciado que optará a la reelección como secretario general del PSOE. Se prevé, pues, que también haga cambios en la dirección estatal del partido. La duda es qué afectación podría tener eso en el Consejo de Ministros. Quien este sábado ya se apresuró a trasladarle su apoyo "sin fisuras" fue Salvador Illa, flamante president de la Generalitat.