Pedro Sánchez está confeccionando una renovación en profundidad del PSOE. Habrá "nuevas personas y nuevos discursos" a partir del congreso que el partido celebrará en Sevilla el último fin de semana del mes de noviembre. La intención del presidente del Gobierno, según ha explicado este sábado en conversación informal con periodistas, es hacer una restauración de su partido que le permita agotar la actual legislatura y permanecer en la Moncloa un mandato más. "Será importante para plantearnos un horizonte dentro de ocho años", ha explicado. Y eso comportará "hacer propuestas que retroalimentan el discurso y la acción del gobierno". Ha dado por hecha la sustitución en el ejecutivo de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, cuando pase a ser comisaria en Europa, y no se ha querido mojar sobre si habrá todavía más cambios dentro del Consejo de Ministros. La cita congresual de los socialistas en la capital andaluza será menos plácida de lo que se esperaba desde que este jueves la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil situó a José Luis Ábalos en el epicentro del caso Koldo; y también desde que han aparecido fricciones con Pedro Sánchez en algunas federaciones territoriales.
"Por desgracia, siempre surgen casos de corrupción, pero la diferencia es siempre la manera como se responde", ha manifestado el presidente socialista durante la conversación con medios de comunicación en el Palacio Real, con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional de los españoles. Sánchez ha sacado pecho de haber actuado con "transparencia y rapidez", aunque este viernes él mismo ya se contradijo con el relato que había mantenido hasta ahora en el asunto Delcy Rodríguez. Como hizo en la rueda de prensa de este viernes en el Vaticano, el jefe del ejecutivo español ha recordado que su partido expulsó rápidamente a Ábalos de la formación y que también se le reclamó el acta de diputado a quien había sido años atrás su hombre de confianza.
Sobre el recorrido de la legislatura y las dificultades que atraviesa su ejecutivo para sacar adelante medidas en el Congreso de los Diputados, Sánchez ha asegurado que, de momento, ha ganado "todas las batallas políticas grandes" que se han celebrado desde el pasado 23-J. Obviando los presupuestos, ha puesto sobre la mesa la ley de amnistía y la renovación del Consejo General del Poder Judicial; y ha celebrado la buena situación económica que atraviesa España. A pesar de todo, y preguntado expresamente por Carles Puigdemont, ha admitido que "la aritmética parlamentaria es la que es". Ha vuelto a reconocer que su ejecutivo no presentará los presupuestos hasta que Junts per Catalunya y Esquerra Republicana no celebren sus respectivos congresos en octubre y en noviembre.
Celebra la presencia de Illa en el 12-O
Por último, el presidente español ha celebrado que su homólogo catalán, Salvador Illa, haya hecho acto de presencia este sábado en el desfile militar del 12 de octubre. Hacía 14 años que un presidente de la Generalitat no visitaba Madrid en la fiesta nacional de los españoles. "Lo pongo en valor", ha señalado Sánchez. Para él, el gesto del jefe del ejecutivo catalán se enmarca en una "España plural y diversa" que pone de manifiesto que Catalunya ha vuelto.