Pedro Sánchez promete un nuevo Plan Marshall con el dinero que llegue de la Unión Europea. En un acto muy pomposo, el presidente español ha presentado el plan de recuperación para los próximos seis años, que supondrá la inversión de 72.000 millones de euros entre 2021 y 2023. Incluso ha cuantificado el impacto con cifras: la creación de "más de 800.000 puestos de trabajo" y un aumento del PIB del 2,5%. El dirigente socialista ha aprovechado para ligarlo con la necesidad de unos presupuestos del Estado, a los cuales vinculará 27.000 millones de estos fondos. "Se tiene que poner en marcha cuanto antes", ha defendido.
Sánchez ha presentado el Plan de recuperación, transformación y resiliencia de la economía española desde el Palacio de La Moncloa. En la sala sólo lo acompañaba el pianista James Rhodes, que ha interpretado el himno europeo antes de empezar el acto. Pero telemáticamente le acompañaban todo el ejecutivo, la patronal, los sindicatos y los embajadores de los 27 estados miembros de la Unión Europea. Ha comparado la situación actual con la que atravesó España con la Transición, también a nivel económico. Esta será, ha proclamado, la "segunda gran modernización de la economía española".
Este plan de modernización, ha defendido Sánchez, permitirá "dar un gran paso hacia adelante y convertir este duro golpe en una oportunidad para ganar nuestro futuro". Ha asegurado que "concentrará el esfuerzo" en los tres primeros años, con una movilización de 72.000 millones de euros en proyectos a ejecutar en este período. En realidad es la mitad de los recursos previstos —140.000 millones— en la mitad del periodo. De estos, 27.000 estarán recogidos en el nuevo proyecto de presupuestos del Estado, porque hay que acelerar el calendario. Ha garantizado que serán unos "presupuestos progresistas y de país".
Las inversiones, a través de diez "proyectos tractor", se centrarán en cuatro grandes ejes: la transición ecológica, la transición digital, la igualdad de género y la cohesión social. Según ha detallado Sánchez, el 37% de los recursos irán a la inversión verde y el 33% a la modernización digital.
Los pronósticos de caída del PIB español por culpa de la pandemia son aterradores, pero Sánchez ha querido tener mirada larga. Ha puesto en valor, por ejemplo, la previsión del FMI para España en el 2021, con un crecimiento del 7,2%. "Hablamos de una recuperación y crecimiento que no vendrán solos y que piden la movilización y esfuerzo de todas las energías nacionales disponibles", ha asegurado. "No se trata sólo de recuperación, sino de transformar la economía para crecer de manera más robusta y sostenible", ha añadido.
Diez 'políticas tractor'
El presidente del Gobierno ha detallado las diez políticas tractor" y su distribución de recursos: agenda urbana y mundo rural (16%), infraestructuras y ecosistemas resilientes (12%), transición energética (9%), modernización de la administración pública (5%), estrategia emprendedora (17%), ciencia, innovación y sanidad (17%), educación y conocimiento (18%), economía de los cuidados (6%), deporte y cultura (1,1%) y modernización fiscal.
Entre los hitos que ha mencionado Sánchez, está el despliegue de la movilidad eléctrica con 250.000 nuevos vehículos eléctricos en los próximos tres años y la creación de 100.000 puntos de recarga. El objetivo es llegar a los cinco millones de coches eléctricos en el 2030. Por otra parte, ha planteado la creación de 65.000 plazas de educación infantil de 0 a 3 años.
Política o antipolítica
El final del discurso de Pedro Sánchez, que ha durado una hora, ha planteado una disyuntiva al resto de formaciones entre "la política y la antipolítica". El presidente español ha dicho que no reclama un "apoyo ciego" a las políticas de su gobierno, pero sí una "colaboración mínima en beneficio del interés general, del bien común, de nuestro país". Ha reclamado, por lo tanto, "el fin de cualquier bloqueo institucional". Y ha concluido: "No pido más que lo que ofrezco: unidad y estabilidad".