La mayoría de socios parlamentarios de Pedro Sánchez no ven con buenos ojos su idea de aumentar el gasto militar; sostienen que no es la manera de encarar el nuevo escenario geopolítico, que en todo caso se tendría que "gastar mejor" en esta carpeta y de forma conjunta con el resto de estados europeos, y temen que irá en detrimento de la inversión en políticas sociales. Es por eso que este jueves el presidente del Gobierno ha trasladado a los líderes de los distintos grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados que su proyecto de rearme no irá acompañado de recortes sociales. En una comparecencia desde el palacio de la Moncloa, ha señalado que el crecimiento económico de España permite gastar más en Defensa sin gastar menos en estas carpetas y ha defendido el rearme como una "oportunidad" para la industria estatal. Sin embargo, no ha aclarado si pretende esquivar al Congreso de los Diputados para cumplir con las exigencias de la OTAN y la Unión Europea.
El próximo mes de junio se celebrará en La Haya una nueva cumbre de la OTAN en la que Donald Trump se encontrará con el resto de países europeos y en la que se fijará qué porcentaje de su PIB tienen que invertir sus miembros en Defensa. Es por eso que el Gobierno no sabe todavía cuál es la cifra que tendrá que invertir en rearme. Esta cifra determinará si Pedro Sánchez tiene la imperiosa necesidad de contar con el apoyo del Congreso de los Diputados o si puede optar por llegar a los objetivos haciendo reajustes y utilizando el fondo de contingencia. Preguntado este jueves en rueda de prensa si someterá su hoja de ruta en la cámara baja, Sánchez ha contestado que "algunas cuestiones tienen que ver con la agenda legislativa y otras con el grado de ejecución del Gobierno". "Contaré con el apoyo en aquellas cosas que tengan que pasar por el poder legislativo; y aquellas cosas que tengan que pasar, pasarán", se ha limitado a contestar. Hay que destacar que la formación con la que el PSOE tiene más coincidencias en esta carpeta es con el PP. Y este jueves Alberto Núñez Feijóo ha mostrado su predisposición de contribuir en las políticas de Estado, como es la Defensa.
En esta comparecencia, Sánchez ha reiterado que está comprometido con el objetivo de invertir en Defensa el 2% del PIB español. Se ha quejado de que este objetivo lo firmó Mariano Rajoy en una cumbre de la OTAN liderada por Barack Obama en 2014 y que cuando el PSOE volvió a la Moncloa en 2018 se encontró con que el Gobierno "no invertía ni el 1%". "Rajoy firmó un acuerdo para que lo cumpliera otro", se ha quejado el socialista. Actualmente, España destina el 1,28%. Pero la Comisión Europea presidida por Ursula von der Leyen exige a sus estados miembro alcanzar el porcentaje del 3%.
Una "oportunidad" para el sector tecnológico del Estado
Durante su discurso de este jueves, Sánchez ha asegurado que el aumento del gasto en Defensa puede ser una "oportunidad para España", porque será "un compromiso para la tecnología y la industria en nuestro país", y es un momento para que las empresas emergentes, los emprendedores tecnológicos y las pymes, acompañadas de las grandes corporaciones tradicionales, "den un paso adelante" y "contribuyan a hacer que el país dé un salto tecnológico". Hace falta, ha dicho, "involucrar todo el tejido industrial" para "propiciar este gran salto que necesita Europa y que España puede liderar".
Este fragmento del discurso de Sánchez ha ido en línea con una de las peticiones que le ha hecho Míriam Nogueras en su reunión de este jueves. La líder de Junts per Catalunya en Madrid ha abogado por destinar un posible aumento del gasto en Defensa en inversiones para la industria catalana. En declaraciones en el Congreso, ha recordado que, actualmente, el 78% del material en Defensa de la Unión Europea se adquiere del exterior del continente. "Y el 60% de este 78% proviene de los Estados Unidos; si hay que aumentar este músculo europeo, las inversiones se tendrán que hacer en Europa y en Catalunya", ha manifestado.
"Gastar mejor"
Para intentar ganarse el apoyo de los socios situados a su izquierda, Sánchez ya ha empezado a utilizar una de las expresiones que utilizan formaciones como Sumar o Esquerra Republicana: "hay que gastar mejor" en Defensa, en favor de una mayor coordinación entre los diferentes ejércitos de la Unión Europea. El presidente español también ha señalado que la defensa se tiene que concebir de una forma más global, y apostar por hacer frente a los ciberataques, las catástrofes meteorológicas o la crisis climática. Además, Sánchez ha pedido que el instrumento financiero europeo de 150.000 millones no sea solo en préstamos, sino también en transferencias, y que estas vayan destinadas a los países del nordeste de Europa.