"Yo estoy en una posición privilegiada, porque soy presidente del Gobierno y tengo una protección que no tiene un concejal de pueblo o un presidente autonómico, que no tiene un periodista, un artista, un intelectual o un sindicalista". Pedró Sánchez ha hecho este lunes por la noche un listado de víctimas del lawfare español y de la "máquina del fango" en la cual ha añadido a "políticos de izquierdas, sindicalistas, gente de la cultura, medios de comunicación y periodistas", pero no ha incluido a ningún independentista. Ha sido en una entrevista en TVE, la primera desde que ha anunciado este lunes por la mañana que quiere continuar al frente del Gobierno. Pedro Sánchez ha admitido que tiene que hacer "autocrítica" porque "tendría que haber actuado antes" para enfrentarse a esta "máquina del fango". De la misma manera, ha cargado de lo lindo contra los "pseudomedios" que publican informaciones para desgastar su figura y su familia. Por otro lado, Sánchez ha reconocido que su esposa, Begoña Gómez, no fue conocedora de su famosa carta hasta que el presidente español no la publicó en su cuenta de Twitter.

 

Ha sido una entrevista en la que se ha comprometido a liderar una "regeneración democrática" en España, pero ha evitado concretar cuáles son sus propuestas para democratizar el Estado. Sí que se ha abierto a "explorar soluciones" con el resto de grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados para abordar la renovación del Consejo General del Poder Judicial, un mandato constitucional que el PP se niega a cumplir. La ley marca que hacen falta tres quintas partes de la cámara para renovar los vocales del poder judicial, motivo por el que es imprescindible el acuerdo entre socialistas y populares.

La continuidad de Sánchez al frente del Gobierno

Este lunes, Pedro Sánchez ha comunicado su decisión de continuar al frente del Gobierno. Y ya. No ha anunciado en su comparecencia la intención de celebrar una cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados, que era un elemento que se daba prácticamente por hecho en caso de que decidiera mantenerse en el cargo. El argumento para no dimitir ha sido que una renuncia implicaría dar la razón a quien apuesta por "degradar" la política. La promesa de Sánchez ha sido trabajar por la "regeneración pendiente de nuestra democracia".

Durante su comparecencia institucional, Sánchez "ha apelado a la conciencia" de la ciudadanía española para que se "movilice" contra "la vergüenza que sufrimos" por parte de la derecha y la extrema derecha. Ha añadido, de hecho, que las manifestaciones del sábado y domingo en Madrid han "influido" en su decisión. "Asumo la responsabilidad de continuar con más fuerza", ha afirmado, porque en su análisis de cinco días ha concluido que las consecuencias de la polarización política "no van de un dirigente en particular, sino de decidir el tipo de sociedad que queremos ser".

Cinco días de máxima incertidumbre

Pedro Sánchez ha acabado de esta manera con cinco días de máxima incertidumbre, en la que la política española se ha paralizado esperando que el líder del PSOE comunicara su decisión sobre si dimitía o continuaba al frente de la Moncloa. Todo, por haber comunicado el pasado miércoles a través de una carta publicada en su cuenta de Twitter que necesitaba unos días para "reflexionar" como afrontaba "el ataque sin precedentes" que ha sufrido, según su opinión, su familia.

El CIS avala la decisión de Pedro Sánchez

Además, este lunes el CIS ha publicado un barómetro que avala la decisión de Pedro Sánchez de continuar al frente del Gobierno. Solo el 20,9% de la población, según este sondeo, habría estado a favor de una dimisión del líder socialista. Un 36,7% prefería a que "explicara qué ha pasado y siguiera gobernando", un 11,7% lo habría animado a presentarse a una cuestión de confianza, y un 23,6% a convocar nuevas elecciones generales. No solo eso, sino que el sondeo también dispara las expectativas electorales del PSOE. Ahora mismo, según el CIS, ganaría ahora mismo unos hipotéticos comicios generales con 9 puntos de diferencia por encima del PP.