El gobierno español quiere acabar con "determinados preceptos que hoy han perdido toda razón de ser". Es por este motivo que, en su discurso de balance de sus primeros 100 días, el presidente español Pedro Sánchez ha propuesto una reforma de la Constitución para limitar los aforamientos de determinados cargos públicos. Su intención es que esta reforma entre en vigor en un plazo de 60 días. De momento, ha acotado la reforma constitucional a este ámbito.
Pese a que Sánchez ha hablado de "acabar con los aforamientos", fuentes de la Moncloa han precisado que la reforma se circunscribirá a diputados y senadores fuera de su actividad política. En cambio, no afectaría a cargos públicos en el ejercicio de sus funciones, como tampoco a los jueces y los miembros de la Casa Real.
La medida es un antiguo reclamo de partidos como Unidos Podemos o Ciudadanos, hecho por el cual no tendría que tener problemas a la hora de ser sometida a votación en el Congreso de los Diputados. Necesitará de tres quintas partes del Congreso y el Senado. Por otra parte, también ha adelantado que los Presupuestos Generales del Estado para el 2019 llegarán a la cámara baja a finales de noviembre o principios de diciembre.
El presidente del gobierno español ha justificado la supresión de los aforos en en contexto de un "cambio de época" en el que "determinados preceptos" ya no tienen sentido. Frente a eso, ha puesto por delante su "agenda de cambio". En este sentido, ha defendido que "España es reformable, desde sus instituciones y siempre desde el marco constitucional".
El discurso de Sánchez llega después de la semana más compleja en la Moncloa, que empezó con la dimisión de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por su master, y acabó con el desmentido de que su propia tesis doctoral fuera plagiada. El mandatario español ha aprovechado para cargar contra las "fake news" y ha defendido la "ejemplaridad" de su gobierno. Ha situado al frente la lucha contra la corrupción, que es lo que según él llevó a la moción de censura. También por la "parálisis" del anterior gobierno, que según ha dicho condujo al "retroceso".
Alianza "contra la eurofobia"
En una conferencia desde la Casa de América de Madrid, ante los miembros de su gobierno pero también de la plana mayor del Ibex35, Pedro Sánchez ha prometido que no se rendirá a la hora de intentar sacar adelante un "proyecto transformador", a pesar de la debilidad parlamentaria. "Seguiré apelando al acuerdo necesario para un proyecto transformador que mire hacia el medio plazo", ha sostenido.
Por otra parte, también ha reivindicado el papel de la sociedad civil, con a quien ha dicho que quiere gobernar "en coalición". En esta línea, Sánchez ha asegurado que "mucho de lo bueno que le han pasado a este país ha llevado el sello de la sociedad civil".
El presidente español ha pronunciado un discurso abiertamente europeísta, donde ha reivindicado los valores fundamentales de la Unión Europea "frente a aquellos que han dejado de creer en Europa, si alguna vez creyeron en ella". Ha prometido aliarse con todos aquellos gobiernos europeos que, a pesar de las diferencias, compartan este mínimo común denominador contra la "eurofobia".