El Palau de la Generalitat recibirá mañana a las 12 del mediodía al presidente español, Pedro Sánchez, con el protocolo propio de un primer ministro, pero desde la Moncloa no se oculta la incomodidad ante el encuentro con el president Quim Torra. La cita ha quedado enterrada en una agenda maratoniana de poco más de 24 horas en que el mandatario socialista se encontrará con la alcaldesa, Ada Colau, la presidenta de la Diputación, Núria Marín, la cúpula del PSC, y representantes del mundo empresarial y sindical de Catalunya.
Torra recibirá a Sánchez en el patio de acceso al Palau. Allí lo esperará la guardia de gala de los Mossos, a los cuales pasará revista. El mismo protocolo que se ha aplicado en otras ocasiones, por ejemplo, con la visita de José Luis Rodríguez Zapatero al president Pasqual Maragall.
La reunión se hará en el Saló dels Diputats, la sala conocida también como Verge de Montserrat, que tiene acceso por la galería gótica y del cual habitualmente sale el president antes de las declaraciones institucionales. Es la sala que hay antes del despacho oficial del president, que ahora Torra no utiliza, y donde se acostumbraba a recibir las visitas antes de que se habilitara la sala Torres Garcia durante las obras en el Palau.
A pesar de algunas informaciones que apuntan que en los trabajos preparatorios entre los dos gabinetes se ha abordado el attrezzo de la reunión después de la polémica por el color amarillo de las ponsetias del palacio de Pedralbes, desde presidencia se asegura que no se ha entrado a pactar estas cuestiones y que se pondrán las banderas y elementos habituales.
El hecho es, no obstante, que a diferencia del Saló dels Diputats donde se hará la reunión, la Sala Torres García queda situada justo delante del gran lazo que preside el pati dels tarongers.
La reunión será sólo de los dos presidentes y no hay previsión sobre la duración, según fuentes de presidencia, que aseguran que tampoco está decidido si se hará un comunicado final. Desde la Moncloa se han rebajado las expectativas del encuentro, mientras que desde el Govern la consellera de Presidència, Meritxell Budó, insistía ayer en la voluntad de que de esta cita salga la agenda para la mesa de diálogo entre los dos gobiernos.
Maratón de reuniones
Mientras Sánchez pase revista a los Mossos de gala, vestidos con alpargatas, a las 12h en la entrada del Palau, en la Delegación del Gobierno ya se estará preparando la reunión que tendrá que mantener a partir de las 17 horas y de manera sucesiva con empresarios de Barcelona Global, representantes de UGT y CCOO, y con PIMEC. La Cambra, encabezada por Joan Canadell, con una dirección de mayoría independentista, ha quedado fuera de la amplia agenda del presidente español.
En paralelo a la agenda oficial se ha incrustado la del partido. Sánchez se reunirá en la sede del PSC con el primer secretario, Miquel Iceta, la ejecutiva socialista, los grupos parlamentarios y alcaldes del PSC.
Al día siguiente llegará el turno de Colau a las 9.30h. A las 11h lo recibirá Josep Sánchez Llibre en la sede de Foment del Treball, y a las 12.30 le esperará Marín en la Diputación.
Todas las reuniones se ha programado con intervalos de una hora y media que se tendrán que cumplir como un reloj, porque a las 14.30h, Sánchez se volverá a marchar hacia Madrid.