Cuando justo falta un mes para la celebración de la Diada, el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, advierte de que estamos ante el inicio del curso político de mayor intensidad y voltaje desde la transición. En esta entrevista a El Nacional, Sànchez subraya que, a diferencia de otros momentos de la historia, esta vez, la negativa del Estado no frenará la legítima voluntad del pueblo de Catalunya. Respecto de la cuestión de confianza, el presidente de la entidad independentista apunta que no imagina otro escenario que no sea el del apoyo unánime de los partidos soberanistas al president, Carles Puigdemont, y pronostica que el referéndum vinculante se podria incluir en la hoja de ruta antes de la cuestión de confianza.
La campaña del 11-S apela directamente al ciudadano. ¿Por qué?
Cada 11-S ha tenido una singularidad especial: el 2015 estaba marcado por las elecciones del 27-S, el 2014 por el 9-N... Este 11-S está condicionado por el debate en torno a la culminación del procés. Es evidente que debemos tener una actitud activa y movilizar a la ciudadanía porque el otoño será de elevada intensidad. Habrá que tener el apoyo de la sociedad ante el Constitucional, para apoyar al Govern y para encarar la culminación del procés. Este 11-S es el inicio del curso político de mayor intensidad y voltaje desde la transición.
Este 11-S es el inicio del curso político de mayor intensidad y voltaje desde la transición
De hecho, ahora ya estamos en un momento de bastante tensión pero también se percibe cierto cansancio...
La realidad es que sigue existiendo un fuerte sentimiento independentista que tiene más peso que el bloque unionista. Hay más partidarios de la República que de los que apuestan por permanecer en España. El apoyo al independentismo ha crecido. Dicho esto, es cierto que el verano y el otoño pasado, con el punto de inflexión del 27-S, había mucha intensidad. Debemos tener en cuenta que no es fácil ni esperable mantener esta movilización, con el mismo grado de intensidad y de forma permanente. Nosotros estamos seguros de que la sociedad volverá a responder esta Diada porque tenemos que transmitir que continuamos comprometidos con el mandato de las elecciones del 27-S. Ahora necesitamos que las instituciones culminen el procés: la gente lo espera y estará.
Necesitamos que las instituciones culminen el procés: la gente lo espera y estará
De momento, se han inscrito unas 50.000 personas pero insistís en la necesidad de movilizarse...
La Assemblea no ha quemado todas las naves en la campaña de verano porque somos conscientes de que durante el curso necesitaremos activar campañas muy potentes. Los últimos 10 días de agosto intensificaremos la campaña. Pero tenemos que reservar fuerzas para cuando se convoque el referéndum para blindar la mayoría social a favor de la República.
La campaña de verano de este año pone el acento en los agravios del Estado en Catalunya. Uno de los elementos del independentismo para defender la necesidad de la República...
La campaña tiene dos dimensiones. La primera, poner sobre la mesa los perjuicios que los agravios del Estado con Catalunya generan sobre la sociedad catalana. Ponemos el acento en aquellas decisiones injustas del Estado con Catalunya y también en la guerra sucia contra nuestras instituciones; como el caso del ministro del Interior. Hay que recordarlo y, además, refuerza mayorías.
Lo tenemos todo a punto para cuando las instituciones catalanas hagan lo que tienen que hacer
En segundo lugar, este 11-S tenemos la necesidad de cerrar filas con las instituciones catalanas. El gobierno español ha puesto la directa para evitar que se concrete el mandato del 27-S. Nosotros tenemos un mensaje: lo tenemos todo a punto para cuando las instituciones catalanas hagan lo que tienen que hacer.
Este otoño, será el momento de comprobar si el Estado tiene la profundidad democrática que cabe esperar. Pero, por primera vez, la negativa del Estado no nos parará
Al margen de lo que haga el Estado, C's y PP ya han anunciado que presentarán mociones en los Ayuntamientos para que posicionen en contra del procés.
A mí, lo que puedan decir los partidos unionistas me preocupa poco. Ya intuimos su respuesta. Nosotros tenemos que ser coherentes con el mandato que se desprende del 27-S. Este otoño, será el momento de comprobar si el Estado tiene la profundidad democrática que cabe esperar. Nos tememos que probablemente no y que se negará cualquier salida dialogada. Pero la diferencia es que, por primera vez, la negativa del Estado no nos parará.
Los 'comuns' tienen que decidir de parte de quién están
¿Y los 'comuns'?
Esta es la otra gran incógnita a resolver: cuál será el papel de los comuns. Esperamos que, cuando se dé una situación de fricción clara con el Estado, la convicción democrática les haga decantar hacia aquellos que apostamos por el derecho a decidir. Pero no como un concepto teórico. El margen real de la ventana de oportunidad para reformar el Estado, se ha cerrado. Tienen que decidir del lado de quién se ponen. Esta es la gran incógnita. Nosotros estamos convencidos de que una parte importante de la base social de los comuns estará con la mayoría soberanista.
En algunos sectores del Partit Demòcrata no ha caído bien que ninguna de las acciones del 11-S se haga en una de las ciudades gobernadas por este partido. ¿Qué le parece?
Entendemos la demanda del Partit Demòcrata pero también sabemos que, en el momento que hemos explicado los motivos por los que se han escogido las ciudades, han entendido perfectamente que no hay ningún tipo de intencionalidad política. Este no es ningún elemento ni de polémica ni de amenaza. Todo el mundo sabe que la Assemblea busca la máxima complicidad tanto con los sectores independentistas, como con los partidarios del derecho a decidir. Se equivoca quien piense otra cosa.
En la ANC, el debate interno ya se ha superado
Uno de los objetivos de la ANC es mantener su independencia respecto de los partidos políticos. De hecho, fue una de las cuestiones que añadió polémica a la campaña de renovación de los órganos de gobierno de la entidad. ¿Qué balance hace, seis meses después?
Como en toda entidad, las elecciones afloraron las simpatías grupales y, en un contexto así, las tensiones se acentúan. Pero ahora ya hemos cerrado esta etapa y todos trabajamos por el mismo objetivo. Prueba de eso es la unanimidad en la defensa del referéndum vinculante, la movilización del 11-S y el apoyo a las instituciones catalanas para culminar el procés. El debate interno ya se ha superado.
Hemos visto pronunciamientos muy claros que apuntan, sin tapujos, a que el referéndum es la opción para legitimar el procés
Los socios de la ANC votaron en una consulta a favor de promover el referéndum como instrumento para legitimar la voluntad de la mayoría soberanista y el nacimiento de la República. ¿Qué mecanismo ha activado el resultado de la consulta?
La entidad ya ha trasladado a los partidos soberanistas y a las instituciones que seguimos con el mandato del 27-S y ahora hay que ver cómo avanzan las conversaciones entre el president, las instituciones y los partidos soberanistas, también con los comuns. Estas últimas semanas hemos visto pronunciamientos muy claros y que son esperanzadores en el sentido que apuntan, sin tapujos, que el referéndum es la opción para legitimar el procés. Nosotros estamos muy contentos y ahora tenemos que ser respetuosos con el tiempo. Somos conscientes de que se tiene que modificar la hoja de ruta pero estoy seguro de que, entre el 11-S y la cuestión de confianza, se producirá.
Somos conscientes de que se tiene que modificar la hoja de ruta pero estoy seguro de que, entre el 11-S y la cuestión de confianza, se hará
¿Qué pronóstico hace respeto a la incidencia de la cuestión de confianza?
Sólo contemplamos un apoyo unánime del soberanismo a la figura del president. No contemplamos la no adhesión. Por otra parte, estoy seguro de que el president aprovechará para fijar, con claridad, la hoja de ruta que tiene que permitir culminar el procés. Puigdemont hará una definición muy clara de los hitos y el calendario a seguir con precisión. Tendremos que estar atentos a la reacción del Estado, que será contundente. Creo que entramos en el otoño más importante desde la transición. En estos momentos entramos en la recta final y requerirá astucia, movilización y convencimiento democrático para ganar.