Este domingo, la CBS entrevistó a Bob Woodward, el legendario reportero de The Washington Post quien, con Carl Bernstein, se levantaron al presidente Richard Nixon. Woodward, que ha cubierto nueve presidencias sin miedo ni favor, dice al entrevistador que los hechos concretos son los fundamentos del periodismo (specific incidents are the building blocks of journalism). Lo dice para razonar su escepticismo sobre el valor periodístico del explosivo artículo de opinión publicado sin firmar por The New York Times, donde saben quién es el autor (un altísimo cargo de la Casa Blanca) pero protegen su identidad para evitar la venganza de Trump.

Lo dice en el 2'03"

Las portadas de la prensa impresa madrileña de este jueves son otra historia. Dos de los tres tabloides antigubernamentales se agarran a una pregunta de Albert Rivera en la sesión de control de este miércoles. Arteramente, deja caer dudas sobre la tesis de Pedro Sánchez con un argumento insidioso: por qué la tesis es tan difícil de consultar.

Así es: hay que leerla en la biblioteca de la universidad, en papel, y no se puede fotocopiar. Eso muestra que a Sánchez le cuesta o no le gusta dejar que examinen su tesis, pero no demuestra que la plagió, que se la escribió otro, que la esconda, etcétera.

Pues bien, estas dos portadas ¿no parece que dan por hecho que la tesis no es legítima? Ambos diarios transforman las dudas insidiosas del diputado en el hecho de que la tesis está podrida y, a partir de aquí, todo va cuesta abajo: el presidente del gobierno español ha mentido, como Cifuentes y como Montón. Por tanto, ya sabe qué le toca: marcharse y convocar elecciones.

Las ganas y las pruebas

De nuevo, Woodward: ¿cuáles son los hechos específicos que lo demuestran? La respuesta, de momento, en La Razón como en El Mundo, es el desierto. Y mira que Sánchez ha dicho al Congreso una bola notable al afirmar que su tesis está colgada en la web Teseo, una plataforma alojada en la web del Ministerio de Educación en la cual se puede consultar cualquier tesis. Pero de la de Sánchez, Teseo sólo muestra la ficha técnica, pero no la tesis entera. Eso sí es un hecho específico.

La actitud de Sánchez puede oler a chamusquina o dar pie a la sospecha, generar dudas o inspirar la letra de un tango. De momento, sin embargo, si no hay hechos específicos, ni el olor, la sospecha, las dudas o el tango sirven de casi nada. Lo único que demuestran esos diarios es que se los comen las ganas de hacer saltar a Sánchez, sí o sí. Pero las muchas ganas de que ocurra alguna cosa no la hacen real ni la prueban.

El único que hace algo es ABC. Dice que Sànchez "copió a otros autores", "fusiló informes del Gobierno de Zapatero" y "volcó en la tesis artículos suyos ya publicados". Pero los hechos específicos que apoyan estas afirmaciones son tenues. Más bien parece que pintan como malvadas algunas prácticas habituales en la confección de tesis doctorales, como que el doctorando incorpore o adapte a su tesis artículos ya publicados, justamente porque son parte de su investigación doctoral. Es típico, no es nada extraño, está aceptado desde siempre. Se diría que sus ganas de cargarse Sánchez son mayores que las de hacer periodismo.

A la defensiva

La música de la portada de El País suena defensiva. De entrada la tesis no es el tema principal. Lo trata como una crónica parlamentaria y, con habilidad, desvía el objetivo de las acusaciones al malvado Albert Rivera en el título, y en el subtítulo lo trata como una riña general donde todo el mundo se porta mal y tal Pascual. No se le ve con muchas ganas de entrar al asunto.

Los mayores diarios catalanes parece que se hayan puesto de acuerdo. Hay una "guerra de másters" que ahora afecta también a Pedro Sánchez... y mañana será otro día:

Todas estas portadas no habrían sido posibles sin que eldiario.es, que demostrando un hecho tras otro, se ha cargado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; a la exministra de Sanidad, Carmen Montón, y ha puesto en la cuerda floja al nuevo presidente del PP, Pablo Casado. Los tres por los mismos hechos: títulos de master ilegítimos. Suena a homenaje de película de guerra de Hollywood a la Marina de los EE.UU., sí, pero así ha sido la cosa.

Esta portada es de ayer a las 23:00

¿Siguen un patrón?

La nueva directora de El País, Soledad Gallego-Díaz, destituyó como directores adjuntos a los pretorianos de Antonio Caño, el anterior director: David Alandete, Rafa de Miguel y José Manuel Calvo. También al jefe de Opinión, José Ignacio Torreblanca. Además, los despidieron. Todos ellos han sido clave en que El País adoptara una actitud muy beligerante contra el procés, hasta el punto de que era difícil distinguir el diario progre de la Brunete medàtica. Desde esta semana, Alandete y Torreblanca trabajan en ABC y en El Mundo, respectivamente. Qué sorpresa.