En el acuerdo para la investidura de Pere Aragonès se hablaba de coordinación en Madrid, sin ninguna más concreción. Pero lo que se ha visto estos dos días en el Congreso de los Diputados ha sido otra cosa muy diferente. El Gobierno ha conseguido superar la tramitación de los presupuestos del Estado, pero en frente se ha encontrado un independentismo dividido, fracturado como hasta ahora. Por un lado, ERC negociando sus votos y el PDeCAT rechazando vetos. Por el otro, Junts per Catalunya y la CUP registrando enmiendas a la totalidad. El choque se ha evidenciado entre los portavoces Gabriel Rufián y Míriam Nogueras.
Se habían presentado siete enmiendas a la totalidad, que se han votado de forma conjunta: las de PP, Vox, Junts per Catalunya, la CUP, Ciudadanos, Coalición Canaria y Foro Asturias. Todas estas enmiendas han sido rechazadas por una mayoría de la cámara baja española: 156 votos a favor, 188 en contra y una abstención. Si ha seguido el camino parlamentario ha sido gracias a los acuerdos sellados la semana pasada con ERC y el PNV. El PDeCAT y EH Bildu también se han puesto bien.
Ayer ya se pudo evidenciar el choque con la comparecencia de Míriam Nogueras, que cargó contra la estrategia de ERC, utilizando expresiones como "cheque en blanco" o votos "a cambio de nada". La portavoz de Junts disparó contra el blindaje del catalán pactado por ERC en la futura ley audiovisual: "Todos sabemos que ninguna ley española blindará el catalán, porque nunca ninguna ley española lo ha blindado". Y también contra el déficit de ejecución de las inversiones en Catalunya: "Los euros nos los trincan a todos, no sólo a los independentistas". Reiteró que hace falta negociar de forma conjunta y "cobrar por adelantado". Porque, hasta ahora, "el único que está cobrando por adelantado es el PSOE".
En el otro lado, ERC, que hoy ha respondido a las acusaciones de Junts por su pacto con el Gobierno. El portavoz Gabriel Rufián ha replicado con un solo dardo: "Quienes califiquen esyo de inutilidad o de "a cambio de nada", hace mucho tiempo que se sientan en un escaño, que se mueven en coche oficial y que viven en Twitter". Dicho esto, y como ya hizo el viernes pasado después del acuerdo con el PSOE, ha recordado al Gobierno que eso sólo es el comienzo: "Sólo se ha superado la primera frase de esta negociación. De ustedes depende que se pueda superar la segunda".
Entre el fuego de los socios de Gobierno, las otras formaciones independentistas en el Congreso. Por una parte, la CUP, que también había registrado enmienda a la totalidad, ha rechazado la estrategia de unos y de los otros. En palabras de Mireia Vehí, tanto la estrategia de ERC, alcanzando acuerdos con el Gobierno que no se cumplen, como la de Junts, "más beligerante" pero que después pacta la ampliación del aeropuerto con La Moncloa. Si bien también fue exigente con el ejecutivo central, el portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, reprochó a Junts y la CUP que se sumaran al juego del "no a todo" de la derecha y la extrema derecha españolas.
Debate crispado
Como dicen en la capital española, el debate ha sido bronco, y no sólo por el fuego cruzado entre independentistas. De hecho, el debate a la totalidad ya empezó con el líder del PP, Pablo Casado, hablando de unas cuentas públicas "ruinosas" y "radicales" que hundirán la economía española. La ministra María Jesús Montero le respondió a Casado que era una "caricatura de si mismo". En el hemiciclo subieron mucho los decibelios ayer, con gritos e incluso insultos. Como el "gilipollas" que soltó un diputado de la extrema derecha de Vox a la ministra de Hacienda. Ejerciendo de presidenta de la cámara, Ana Pastor pidió que se retirara del diario de sesiones.
Una vez superado el debate a la totalidad, los presupuestos serán debatidos y enmendados en comisión antes de volver a ser elevados al pleno del Congreso y después al Senado. La previsión es que la aprobación definitiva llegue antes de acabar el año.