La situación de la segunda ola es preocupante. Pero la prórroga del estado de alarma planteada, de hasta seis meses, era muy contestada por parte de la oposición. Finalmente, la urgencia de la pandemia ha pasado por delante y, con unos pequeños retoques, Pedro Sánchez ha conseguido la ampliación de la excepcionalidad sin muchos problemas. Si bien se mantienen los seis meses, se abre la puerta a levantarlo a los cuatro meses, a partir del 9 de marzo. Será entonces cuando la conferencia de presidentes autonómicos revise la vigencia en función de la situación epidemiológica. Sánchez comparecerá cada dos meses y Illa con periodicidad mensual.
Finalmente, ha salido sin complicaciones. El marcador final: 194 a favor, 53 en contra y 99 abstenciones. La abstención del PP lo ha allanado. También se han abstenido Junts per Catalunya, la CUP y EH Bildu. Por su parte, ERC, el PDeCAT, el PNV y Ciudadanos han votado a favor. Los únicos que han votado en contra han sido Vox y el único diputado de Foro Asturias.
Eso sí, se ha aprobado con pequeñas modificaciones, con la aceptación de las enmiendas de ERC y el PNV. Durará al menos hasta el 9 de marzo, cuatro meses más. Será entonces cuando la conferencia de presidentes autonómicos revise la vigencia en función de la situación epidemiológica. Sánchez comparecerá cada dos meses y Illa con periodicidad mensual. Es un estado de alarma muy diferente al de la primavera, pero también limitado con respecto a las competencias para restringir la movilidad. Los presidentes autonómicos pueden imponer toques de queda nocturnos e incluso confinamientos perimetrales de todo o parte de su territorio, como han hecho la mayoría de comunidades autónomas. En cambio, no pueden aplicar confinamientos domiciliarios, como estudia la Generalitat y como aplicó ayer Francia de nuevo.
Pedro Sánchez ha estado presente durante tres cuartos de hora en el hemiciclo, pero quien ha hablado ha sido Salvador Illa. El ministro catalán ha salido a reclamar un "apoyo abrumador" a la prórroga sometida a votación, dirigiéndose especialmente al PP: tiene que escoger entre "confrontación" y "sentido de estado". "Es el momento de la política adulta, de los consensos", ha defendido el dirigente socialista, que ha reclamado a Pablo Casado que haga una "oposición constructiva". "Espero que por el bien de todos escojan unir fuerzas con el gobierno para dar una respuesta contundente a la segunda ola", ha añadido.
El Gobierno ha conseguido su objetivo, con cesiones minúsculas: evitar el escenario de la primera ola, con votaciones cada dos semanas que cada vez eran más complicadas de salir adelante.
"Abstención crítica" del PP
Aunque no estaba previsto que hablara, Pablo Casado ha intervenido para confirmar la abstención del PP a la prórroga del estado de alarma, aunque rechacen el plazo de seis meses, que ha descrito como un "atropello legal". De hecho, ha hecho una intervención muy dura. El líder estatal de los populares ha acusado a Pedro Sánchez de "hurtar" al Congreso de los Diputados la posibilidad de levantar la excepcionalidad. "Lo que les gusta es gobernar sin contrapeso legislativo", "gobernar como quieren porque gobiernan muy mal", ha criticado el dirigente conservador. Optarán por una "abstención crítica" para no dejar a las comunidades autónomas sin un "mecanismo jurídico" para aplicar restricciones.
Ruptura entre JxCat y PDeCAT
En este pleno se ha consumado la ruptura de JxCat y el PDeCAT en el Congreso, que han votado diferente a la prórroga. Los primeros se han abstenido y los segundos lo han hecho a favor. De hecho, en la votación de las enmiendas, ya se ha visibilizado esta división dentro del Grupo Plural. JxCat ha votado en contra de las enmiendas del PDeCAT. Por su parte, el PDeCAT se ha abstenido a las enmiendas de JxCat. La portavoz de Junts, Laura Borràs, ha justificado la abstención "por responsabilidad", aunque ha lamentado que el Gobierno no haya querido negociar para ceder más facultades a los gobiernos autonómicos. Por parte del PDeCAT, Ferran Bel ha negado que esto suponga una "ruptura" y ha insistido en que las relaciones se mantienen como hasta ahora. Esta división podría volver a producirse en las próximas semanas con los presupuestos del Estado.
Rufián: no son votos "regalados"
Esquerra Republicana, después de ver aceptadas sus enmiendas de mínimos, ha votado favorablemente. Lo han hecho porque tienen "sentido de Estado, del nuestro", ha justificado al portavoz de ERC en el Congreso. "ERC no quiere esconder, ni mentir, ni mentirse", ha asegurado Rufián, que ha hecho una intervención crítica con el Gobierno. "Quien vuelva a decir que ERC regala los votos al PSOE que vaya a la Diputación de Barcelona a decirlo", ha lanzado en referencia al acuerdo entre PSC y JxCat.
La CUP no lo ve suficiente
La CUP ha dudado pero finalmente ha pulsado el botón de la abstención, como EH Bildu. La formación anticapitalista ha argumentado que no podían apoyarlo porque, aparte de medidas restrictivas, no se han puesto "todos los recursos públicos al servicio de la gente". Han lamentado que el actual estado de alarma, en sus términos, está basado en la "restricción" y "no en garantizar la salud de la población en todos sus aspectos".