"Espero que hagan alguna cosa contra esta parte del Estado que es corrupto, que es pequeña, un 10% del total, que me ha intentado hundir, como a otras personas." Sandro Rosell, empresario y presidente del FC Barcelona entre el 2010 y 2014, ha hecho este reclamo a los grupos políticos, en una nueva sesión de la Comisión de la operación Catalunya en el Congreso de los Diputados, este miércoles. "Estuve 2 años en la prisión porque el Barça lo ganaba todo y también ganábamos mucho dinero", ha asegurado Rosell, que en el 2012 fue acusado de blanqueo de capitales. "La jueza Carmen Lamela es corrupta o inútil. Quiero saber por qué lo hizo, pero me han dicho que los jueces no pueden ser citados. ¿Me metió en la prisión para ir al Supremo, saltándose la norma y 50 candidatos que tenía por delante? ¡La tienen que sacar del sistema público"!, ha exigido el expresidente blaugrana.
En su comparecencia, que ha durado dos horas, Rosell ha denunciado que ha sufrido 6 investigaciones penales más de oficio desde la Fiscalía y 75 inspecciones de Hacienda desde el 2010 y hasta hace tres semanas, que ha calificado "de arma de destrucción". Y ha añadido: "Como el presidente Pedro Sánchez ha probado la misma medicina, quizás cambiará alguna cosa. Pero lo puede sufrir todo el mundo, incluso Núñez Feijóo", ha alertado Rosell. "Espero que limpien este 10% corrupto y que todos se pongan de acuerdos", ha reclamado a todos los grupos políticos, y ha añadido: "Estoy obsesionado a saber quién hay detrás de mi caso e iré hasta el final para que tengamos un sistema más democrático."
Una magistrada sin humanidad
El expresidente del Barça ha asegurado que sí que ha existido la operación Catalunya, que lo han sufrido él y su socio Joan Besolí, del cual ha recordado su lealtad dentro de la prisión, cuando su hijo sufrió un grave accidente, y el expresidente del Barça no aceptó un pacto porque se consideraba inocente, pero a la vez significaba continuar en la prisión. Ha denunciado que la jueza Lamela "no tiene humanidad" proque después de un año en prisión preventiva, no dio a Besolí un permiso para ver a su hijo que quedó parapléjico. A preguntas del diputado de Junts, Josep Pagès, ha detallado que doce veces le negó la libertad. "Cada vez que le pedían la libertad a Lamela, salía alguna noticia falsa como que era un traficante de órganos, que después de siete años se ha aclarado cerrado, o el caso Neymar, que en el juicio, el fiscal retiró la acusación porque vio que solo era el contrato de un jugador".
Rosell ha insistido en que hay funcionarios y jueces que correctos y "muy justos", como el tribunal de la Audiencia Nacional, que lo absolvió en el 2019, y los que no aceptaron los recursos de la Fiscalía. En la comparecencia, al final todos los grupos han empatizado con Rosell.
Control de independentistas y empresarios
El diputado de Esuskal Herria Bildu en la comisión, Jon Iñarritu, ha reconocido a Rosell que su caso es excepcional porque no es de ningún partido político ni ocupa ningún cargo público. "Mis tres pecados fueron: poner las barras catalanas en la camiseta del Barça; que la Vía Catalana pasara por el Camp Nou y acoger el concierto por la libertad", le ha contestado el expresidente del Barça, que también ha denunciado la persecución sufrida por Xavier Trias, el president Artur Mas y la Familia Pujol Ferrosula, así como los Jordis y el Govern del 2017, información recogida por ElNacional.cat en todos los documentos de la operación Catalunya.
Preguntado por la diputada de ERC, Inés Granollers, si lo que ha sufrido es por ser catalán e independentista, Rosell ha asegurado que con la operación Catalunya "intentaron matar tres pájaros de un tiro con él: el Barça, considerarme independentista y como empresario". Pagès también le ha preguntado si el fiscal José Grinda usó a una persona con problemas psiquiátricos para sustentar su incriminación, y como la líder popular Alícia Sánchez Camacho encargó su espionaje al comisario Villarejo, según un audio aportado por el funcionario.
Rosell también ha denunciado las filtraciones ea los medios de comunicación y de falsas noticias: "Hacía bicicleta en casa cuando TV3 anunciaba que me estaban deteniendo, y la policía llegó media hora después." Y ha recordado los casos falsos policiales contra él, como la FIFA e inversiones en los EE.UU. y, después, en el Brasil.
Puigdemont y las manzanas podridas
Por su parte, el diputado de Vox Ignacio Gil ha querido que Rosell calificara de corrupto al president en el exilio, Carles Puigdemont, porque erróneamente ha asegurado que "ha sido condenado por malversación", todo y no haber sido juzgado. Rosell le ha contestado: "Quien malversa dinero público es una manzana podrida, pero los tribunales europeos no piensan lo mismo", refiriéndose a Puigdemont.
Manos Límpias y los inspectores de Hacienda
El diputado del grupo socialista, Manuel Arribas, le ha preguntado qué quiere decir con la medicina a Sánchez y a su mujer y hermano. Y Rosell le ha dicho que "cree que es perseguido porque lo han denunciado Manos Limpias como a él". Con respecto a los controles de Hacienda, el expresidente del Barça ha informado a los diputados que "el inspector cobra una comisión por cada acta que abre, y no devuelve el dinero si se demuestra que todo es correcto". De sus múltiples inspecciones ha asegurado que le dicen que "lo ordena su superior".
El diputado del PP, Agustín Parra, le ha insinuado si su persecución era por la rivalidad con Joan Laporta, y se ha sentido satisfecho cuando Rosell le ha contestado que no acusa al PP de hacerlo investigar, sino a personas corruptas que pueden ser de cualquier partido
Rosell ha explicado que presentó una querella contra la magistrada Lamela, sin éxito. Los juzgados tampoco le han ayudado para destapar las cloacas de Estado. El marzo pasado, la Audiencia de Madrid confirmó el archivo de la querella que presentó el expresidente del Barça por haber sido investigado y perjudicado por la policía patriótica del PP. Los audios del comisario jubilado José Manuel Villarejo, donde otras personas admiten que lo investigan de forma irregular, no ha sido suficiente. El exinspector Antonio Giménez Raso y el inspector de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) Alberto Estévez, negaron ninguna implicación, a pesar de la documentación.