"El objetivo no eran las personas, sino el material electoral" es la forma como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha vuelto la cara a los centenares de ciudadanos que han resultado heridos por la acción de las fuerzas de seguridad, considerando que Mossos, Policía y Guardia Civil están bajo las órdenes del mandato judicial de la jueza Mercedes Armas para impedir la votación. Santamaría incluso ha culpado de ello al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y al Govern, indicando que quisieron "seguir adelante y movilizar a sus partidarios", a pesar de las diversas suspensiones del Tribunal Constitucional.
Así, la vicepresidenta ha tachado de "proporcional y profesional" la acción de los agentes y ha considerado que pone de manifiesto que "el Estado democrático y de derecho funciona y que tiene herramientas para que las resoluciones se cumplan", ha dicho, añadiendo una alabanza a la acción de la Policía española. "Reconocemos sus esfuerzos en estas horas, atendiendo a las instrucciones policiales y a las peticiones de apoyo que los Mossos les han hecho", ha zanjado. Sin embargo, fuentes de vicepresidencia dudan en privado sobre las órdenes de los mandos del cuerpo catalán, entre ellos, el conseller Joaquim Forn.
A la sazón, Santamaría ha pedido a Puigdemont que cese la jornada, dándose por satisfecha porque a su parecer el referéndum "no se ha producido ni ha habido apariencia de tal", después de que el Govern haya dado nuevas instrucciones para la votación por la mañana. "Nunca tuvo sentido discurrir por este camino de irracionalidad y no tiene sentido que continúe", ha insistido. Por ello, fuentes de vicepresidencia piden que el president "se lleve a su gente", como valorando que la movilización es exclusivamente del independentismo, pues la situación "no tiene dignidad", dicen.
Así las cosas, en la Moncloa se erigen como garantes de la defensa del orden público, ignorando el relato de que la Generalitat "estaría buscando la fotografía" de la prensa internacional. Las fuentes consultadas dicen que la prioridad de Mariano Rajoy es la seguridad de la gente y por ese motivo critican que "se haya usado a niños" en algunas acciones de resistencia. "Al señor Puigdemont, la democracia le viene gigante, es por su voluntad y sus ambiciones personales y políticas, no hay que buscar a más responsables. El Estado trabaja por velar por los ciudadanos y la concordia", lo acusaba Santamaría.
Por ende, las fuentes de vicepresidencia también insisten en que un segundo objetivo es "reponer el Estado de derecho" en Catalunya, sin concretar la afirmación. Aquí destaca como importante la acusación del portavoz del PSOE, José Luis Ábalos, de que Rajoy "se habría visto superado" por la situación, aunque las fuentes evitan pronunciarse al respecto. Dicen que ya han hablado con Pedro Sánchez y Albert Rivera, a la vez que la vicepresidenta les ha lanzado una advertencia en público. "No es el momento de hacer cálculos ni peticiones electorales", ha denunciado, después de que Miquel Iceta (PSC) pidiera la dimisión del presidente español.