La comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre los atentados del 17 de agosto de Barcelona y Cambrils ha arrancado con dificultades impuestas por la Moncloa. El Consejo de Ministros todavía no ha desclasificado los documentos e informes del Centro Nacional de Inteligencia, aunque se comprometió a ello hace dos meses, y esto ha servido de escudo al primer compareciente: Félix Sanz Roldán, director del CNI entre 2009 y 2019. A lo largo de su comparecencia, ha esquivado buena parte de las preguntas de los diputados alegando que tiene “limitaciones legales para explicarlo absolutamente todo”. “El día que las deje de tener, a lo mejor puedo ser un poco más preciso”, ha esgrimido. “Es muy fácil, se pide la desclasificación y a continuación yo vengo”, ha señalado. Sin embargo, en sus respuestas, ha ido dando pequeñas dosis de información sobre los interrogantes que hay alrededor del 17-A y ha defendido la actuación del CNI: “Solo el imaginar que pudimos evitar la muerte de dieciséis ciudadanos y no lo hicimos es una infamia, una maldad y una vileza”. “¿Todo un CNI que se había entrevistado con Es Satty no sabía que se estaba preparando un atentado? ¿No sabía nada de la casa de Alcanar ni las compras de explosivos y bombas?”, le ha preguntado Pilar Calvo, diputada de Junts. “Lo sabia quien lo tuviera que saber”, ha respondido Sanz Roldán con el micrófono apagado.
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Una de las frases que ha pronunciado con más fuerza ha sido para negar la connivencia entre el imán de Ripoll y cerebro de los atentados, Abdelbaki es Satty, y el CNI: “Nunca fue ni colaborador ni informador del CNI. Punto, nunca”, ha afirmado. “No fue confidente del CNI, y ya está”, ha añadido más tarde. Eso sí, ha confirmado públicamente que tanto el CNI como la Guardia Civil lo visitaron en la cárcel de Castellón tres años antes de los atentados. Ahora bien, ha negado que esto sea motivo para inducir una supuesta relación con él: “El hecho de mantener dos o tres entrevistas con él para ver si verdaderamente está siendo víctima de una radicalización o es la persona que busca radicalizar a su entorno, que se produjeron en 2014, no es en absoluto la descripción de que este señor fue confidente del CNI”, ha sostenido.
“Efectivamente, miembros del CNI visitaron a Es Satty durante su tiempo en prisión en Castellón”, en 2014, ha relatado Félix Sanz Roldán. Ha señalado que Es Satty también recibió a agentes de la Guardia Civil, ha argumentado que las cárceles podían ser “foco de radicalización”, ha defendido que la obligación del CNI era “prevenir” posibles atentados y ha enmarcado las visitas a la cárcel “dentro de la labor de prevención del CNI” cuando “se detectaba la posibilidad de expansión de ideas yihadistas perniciosas para la seguridad”. “Los lugares donde se difundían ideas eran los centros penitenciarios”, ha sostenido. ¿Hubo contactos más allá de 2014? Sanz Roldán no ha podido dar más detalles: “Los contactos que haya podido haber posteriormente a los contactos en la cárcel, que yo no certifico en absoluto, son materia clasificada que está además contestado en la Comisión de Secretos”, ha dicho en referencia a su comparecencia en dicha comisión en marzo de 2018.
“Nunca recibí instrucciones de nadie sobre mis acciones respecto a este caso”
Antes de empezar los interrogatorios, Sanz Roldán ha mostrado su voluntad de intentar “ayudar en el esclarecimiento de lo que quiere conseguir esta comisión”, a pesar de su compromiso de mantener su “deber del secreto”. “La propia ley dice que, y creo que la estoy estirando demasiado, no puedo hablar ni de mis medios, ni de mis procedimientos, ni de relaciones con terceros”, ha justificado más tarde. “Nunca recibí instrucciones de nadie sobre como debía tratar mis informaciones o mis acciones respecto al caso”, ha asegurado inicialmente. Y ha desmentido que ni el PP ni el PSOE (dado que estuvo bajo gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez) le pidieran “jamás que conculcara la ley o cometiera un delito”. “De haber recibido una orden en este sentido, no la habría cumplido”, ha proclamado.