Dos formas de entender la relación con el independentismo. Así se ha estrenado la semana. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han empezado este lunes abriendo sus respectivas carpetas sobre el independentismo. El presidente del Gobierno ha sacado pecho de los indultos y ha defendido haber llegado a varios pactos con Esquerra Republicana y Bildu durante la pasada legislatura; mientras que el líder del PP ha prometido endurecer su posición con el soberanismo, ser más punitivista y revisar todas las leyes que han contado con el apoyo de la izquierda abertzale. Los dos, también, se han pronunciado sobre la alcaldía de Barcelona, ahora en manos del socialista Jaume Collboni gracias a los votos del PP y los comuns.

Se trata de una campaña de polarización y así se ha traducido en este inicio de semana en la cuestión de los independentistas catalanes y vascos. Sánchez ha asegurado, por ejemplo, "haber cambiado de opinión" sobre el soberanismo, un argumento para justificar sus cambios de posicionamientos respecto de cuando todavía no era presidente del Gobierno. "He tenido que tomar decisiones muy complicadas en el tema catalán", ha manifestado en una entrevista en Onda Cero en la que ha salido en defensa de los indultos a los presos políticos catalanes. "La política está para resolver problemas" y "para no dar más cuerda a la venganza", ha opinado.

La estrategia de Sánchez ha pasado por sacar pecho de su gestión en Catalunya, hasta el punto de que ha asegurado que el país es "uno de los principales activos" de su acción de gobierno. "Catalunya era una de las grandes preocupaciones de los españoles y ahora ya no lo es", ha manifestado el presidente del ejecutivo en referencia a cuál era el escenario cuando él llegó a la presidencia del Gobierno y cuál es el tablero de juego actual.

En la otra cara de la moneda, Feijóo ha presentado un decálogo que ha prometido sacar adelante si después de las elecciones generales del 23-J llega a La Moncloa: recuperar el delito de sedición y aumentar las penas por corrupción, además de remitir al Congreso de los Diputados una nueva ley del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para garantizar "la independencia" de los jueces, magistrados y fiscales.

Este decálogo también incluye promesas alejadas de los aspectos relacionados con el independentismo. Por ejemplo, el líder del PP ha prometido una reducción de los ministerios y una auditoría de la administración. Ha puesto también sobre la mesa una rebaja de impuestos, empezando por el IRPF a las rentas medias y bajas. Feijóo también ha afirmado que "la lucha por la igualdad y contra la violencia de género" será "una política transversal y alejada del partidismo". También ha prometido que convocará una conferencia de presidentes para fijar un calendario de trabajo sobre fondos europeos, políticas de agua y financiación autonómica, y situará como prioridad de Estado la presidencia española del Consejo Europeo.

Sánchez y Feijóo, sobre Bildu

No obstante, el decálogo también habla de Bildu. Concretamente, el líder del PP, aspirante a sustituir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno después del 23-J, se ha comprometido a revisar "una a una" las leyes donde el voto de Bildu ha sido decisivo para aprobarlas durante la última legislatura.

Pedro Sánchez, por otra parte, ha querido quitar hierro a sus pactos con Bildu durante los últimos años. Ha asegurado que es injusto afirmar que durante estos últimos años ha habido un pacto de legislatura entre el PSOE y la formación de la izquierda abertzale. Para argumentarlo, ha afirmado que los únicos pactos a los que se ha llegado con este partido ha sido en leyes determinadas, pero que no ha habido ningún pacto para la legislatura, y todavía menos de gobierno. "¿Hay algún ministro de mi gobierno que sea de Bildu?", ha preguntado retóricamente el presidente socialista.

Feijóo, sobre Barcelona: "Ha ganado España"

Tanto Sánchez como Feijóo se han pronunciado este lunes sobre la entrega de votos del PP y los comunes al PSC para que Jaume Collboni se proclamara nuevo alcalde de Barcelona. El presidente del gobierno español ha sacado pecho afirmando que los socialistas, además de "ser en Catalunya la primera fuerza", ahora han conseguido la alcaldía de su capital. Feijóo, por otro lado, ha confirmado la maniobra de Estado en Barcelona y ha insistido que, con la alcaldía en manos de Jaume Collboni, "ha ganado España".

De todos modos, Sánchez ha ironizado que Feijóo "se haya convertido ahora en un estadista". Ha señalado que el PSOE ha hecho lo mismo a Pamplona, entregando la alcaldía a UPN y no a Bildu. Estas declaraciones del presidente español han llegado también el día siguiente de que Feijóo analizara que, con el pacto de Barcelona "han ganado los españoles".