La Mesa del Congreso de los Diputados, presidida por la socialista Francina Armengol, prevé reunirse este jueves para debatir si admite o no la iniciativa de Junts que desafía al presidente Pedro Sánchez. El órgano rector reanudará su actividad después del paréntesis navideño y estudiará la propuesta de los independentistas para someter a votación su voluntad que el presidente del Gobierno refrende el apoyo de la cámara baja. Ante la ausencia de precedentes similares, los servicios jurídicos sostienen que la Mesa puede adoptar cualquiera de las posibilidades que se valoran: tramitar la iniciativa tal como está, incluir una apostilla para dejar claro que no tendrá efectos jurídicos, solicitar a Junts que la reformule para hacer constar esta falta de consecuencias jurídicas o directamente no admitirla a trámite.

En este sentido, los servicios jurídicos subrayan que al tratarse de una proposición no de ley sin efectos jurídicos y que no obliga al Gobierno a cumplirla, no ven ningún obstáculo para debatirla en el pleno del Congreso. Asimismo, según el informe de los letrados, que no es vinculante, tiene que ser el órgano rector quien tiene que establecer un criterio para futuras decisiones sobre textos parecidos, ya que no hay precedentes de una iniciativa que inste al jefe del ejecutivo a utilizar un instrumento (la cuestión de confianza) que solo le corresponde activar a él. Las formaciones que componen al gobierno de coalición aprovecharon su mayoría en la Mesa del Congreso para no tomar ninguna decisión en diciembre sobre la tramitación de la iniciativa que los independentistas habían registrado el día 9 del mismo mes. El PP, que es el tercer partido que compone el órgano rector, expresó la negativa a posponer esta decisión porque consideraban que no había argumentos para vetarla. "Yo creo que es un debate necesario en España, ya que el presidente del Gobierno no quiere ejercerlo por sí mismo", dijo el portavoz nacional de la formación, Borja Sémper. Si la Mesa tramita ahora la cuestión de confianza, no se debatiría en el Congreso hasta bien avanzado el mes de febrero.

El recorrido de la cuestión de confianza

La iniciativa de Junts se ha encontrado con multitud de obstáculos desde su registro a principios de diciembre. Pasadas poco más de 24 horas del anuncio de los independentistas, fuentes socialistas en el Congreso aseguraban por los pasillos que el órgano de gobierno de la cámara baja vetaría la propuesta. Pero una semana después, los letrados del Congreso emitieron un informe avalando la iniciativa y dejaron la pelota en el terreno de la política: "Corresponde a la Mesa fijar un criterio que servirá como referencia para la decisión en torno a la admisión a trámite de otras iniciativas de control en el futuro". El órgano rector podría haber mantenido el debate sobre la cuestión de confianza el 17 de diciembre, pero optó por aplazarlo. Todos los ojos miraron al calendario y se fijaron en otra fecha, el 7 de enero, pero la Mesa tampoco estudió la iniciativa de Junts en aquel momento.