La mayoría absoluta del PP en el Senado impide presentar a Catalunya como nación. Es el resultado de una enmienda que ha registrado Junts per Catalunya a una moción del PP que pretende instar a la Moncloa a “respetar las competencias estatales en materia de control de fronteras” ante el acuerdo entre el PSOE y los juntaires por el traspaso de las competencias en inmigración. El partido independentista, capitaneado en el Senado por Eduard Pujol, presentó una enmienda al texto en la que quería hacer constar que Catalunya “tiene el derecho y la necesidad de gestionar plenamente” sus competencias en materia de inmigración “en tanto que es una nación”. “Para garantizar un control eficaz y adecuado a la realidad social, económica y territorial del país, es imprescindible el traspaso íntegro de estas competencias a la Generalitat de Catalunya”, añadía el texto. Ahora bien, la Mesa del Senado le ha cerrado la puerta y no ha admitido la enmienda.

“Presupone para Catalunya el estatus de nación con competencias a nivel del Estado, de forma contraria a lo que se desprende del artículo 2 de la Constitución y al contenido del artículo 149.1.2. de la Constitución”, argumenta la decisión del órgano de gobierno de la Cámara Alta a la que ha tenido acceso ElNacional.cat. El artículo 2 de la Carta Magna es el que estipula que la Constitución se fundamenta en la “indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles” y “reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. El artículo 149.1.2 establece que el Estado tiene “competencia exclusiva” en “nacionalidad, inmigración, emigración, extranjería y derecho de asilo”, cosa que no es incompatible con la delegación de las competencias en inmigración pactada entre Junts y el PSOE.

Ante esta decisión, Junts ha presentado un escrito de reconsideración a la Mesa pidiendo que admita íntegramente su enmienda. “Justificamos que Catalunya es nación, tal como reconoce el Estatut d’Autonomia en su preámbulo”, defiende el escrito consultado por este medio. Concretamente, el preámbulo estipula que el Parlament, “recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Catalunya, ha definido a Catalunya como nación de una forma ampliamente mayoritaria”. La sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut concluyó que la Constitución “no conoce otra que la nación española”, pero no declaró inconstitucional la referencia que aparece al preámbulo, sino que sentenció que “carece de eficacia jurídica interpretativa”. El escrito registrado por Junts también defiende que el artículo 1 del Estatut dispone que “Catalunya, como nacionalidad, ejerce su autogobierno”, definido como “derecho inalienable” en el preámbulo.

Eduard Pujol denuncia la “miopía” y el “pánico a escuchar” del PP, que actúa “como los censores del franquismo”

Durante el debate de la moción del PP en el pleno del Senado, el portavoz de Junts en la Cámara Alta, Eduard Pujol, ha denunciado la decisión de la Mesa. “Miopía y auténtico pánico a escuchar y a debatir. Como los censores del franquismo, es mejor negar la evidencia, es mejor negar el ABC de la realidad política y social de Catalunya, que permitir el debate. Guste o no guste a los herederos de la santísima inquisición, esté de acuerdo o no el presidente del Senado, Catalunya es nación y tenemos el derecho a decidir y a hacer política en defensa del interés de los catalanes y las catalanas”, ha reivindicado nada más empezar su discurso. El senador juntaire ha lamentado que, mientras Junts quería proponer un “debate sereno”, se han encontrado como “las águilas y los ratoneros han atacado la democracia”.

 

“Sea una percepción equivocada o no, en muchos pueblos de Catalunya se ha extendido la idea de que la nueva inmigración ha llegado de una manera descontrolada, y eso ha derivado en debates polarizados, que hay que responder con política”, ha justificado Eduard Pujol. “Esta polarización busca el rédito político. Está hinchada por la extrema derecha, que vive, crece y se hace fuerte gracias al odio y el conflicto. En frente, sin embargo, tenemos un problema creciente. Y la saturación es evidente”, ha añadido. “Como también es evidente que sin herramientas, Catalunya no podrá asimilar la llegada de tantas personas que tienen que ser tratadas como personas”, ha subrayado, también en alusión al acuerdo firmado entre el PSOE y Junts sobre el reparto de los menores migrantes.

“Delante de los inflamadores, acción. Ni buenismo ni motosierras: convivencia y valores. […] Ni populismo, ni buenismos, ni falsas inocencias. Ni racismo, ni demagogia”, ha verbalizado. Y ha hecho un “aviso a bobos de inocencia cósmica” que al nuevo fenómeno migratorio “se le tiene que responder sin olvidar la lengua ni la cultura propias”. “¿Conocen alguna nación del mundo dispuesta a perder su lengua? En Catalunya no seremos los primeros a renunciar a ser lo que somos. Entender la lengua tendrá que ser un requisito. […] Para los catalanes, la nación se expresa en la lengua y en la cultura, que es la identidad que nos caracteriza, y por eso la queremos compartir con los recién llegados”, ha justificado. “¿Verdad que cuando España defiende la cohesión, y el castellano y la misma nación, nadie los llama racistas? Pues no lo hagan cuando una nación como Catalunya negocia desde la política disponer de las mismas herramientas que cualquier otro país occidental”, ha concluido.