El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, de Vox, ha vuelto a protagonizar una polémica relacionada con la figura de Aurora Picornell y las Roges del Molinar. Le Senne ha expulsado a las diputadas socialistas, Mercedes Garrido y Pilar Costa, del pleno para llevar camisetas con la imagen de Aurora Picornell, conocida como la Passionària de Mallorca. En un primer momento, Le Senne les ha ordenado a la vicepresidenta segunda y secretaria segunda de la Mesa que se quitaran la camiseta, argumentando que se tiene que respetar la neutralidad de la Mesa. Sin embargo, las diputadas se han negado y el presidente ha ordenado un receso. A la vuelta, les ha vuelto a insistir para que se quitaran la camiseta, y les ha propuesto que ocuparan algunos de los escaños que utilizan cuando hacen preguntas al gobierno si querían seguir luciendo las piezas, pero también se han negado. Acto seguido, les ha comunicado que quedaban expulsadas. Una decisión que ha provocado que la izquierda —PSOE, MÉS per Mallorca, Més per Menorca y Unides Podem-, han abandonado la sala en señal de protesta. Como consecuencia, el pleno ha quedado suspendido.

Le Senne, reincidente

Al inicio del debate de una enmienda a la totalidad de la derogación de la ley de memoria democrática se ha repetido el enfrentamiento que por la misma causa se produjo el 18 de junio, cuando Le Senne rompió la imagen de Aurora Picornell y las hermanas Antonia y María Pascual que Garrido lucía en la solapa de su ordenador portátil. Le Senne, imputado por este hecho por delito de odio, ha argumentado que la exhibición de imágenes de las tres mujeres asesinadas por falangistas vulneraba la obligación de neutralidad de la mesa del Parlament, mientras que la izquierda ha replicado que ningún artículo del reglamento ampara su decisión y que la imagen de víctimas de la represión no pueden ser considerada tendenciosa ni indecorosa. "Si cometo un delito, aceptaré encantado la condena", ha replicado el presidente del Parlament balear cuando se le ha advertido de las posibles consecuencias judiciales de su decisión.

El pasado 18 de junio estalló la polémica después de que Le Senne rompiera una foto de Aurora Picornell, fusilada por el franquismo. Las dos diputadas del PSIB tenían sobre la mesa imágenes de víctimas de la dictadura, en concreto, de las Roges del Molinar, entre las cuales había la sindicalista y militante del Partido Comunista Aurora Picornell. Ante las imágenes, el presidente argumentó la supuesta necesidad de "preservar la neutralidad de la sala" y exigió que "retiren los retratos". Pero las socialistas también se resistieron y se negaron a ceder a la exigencia, además de responder que las fotos están allí como "acto de justicia y reparación". Lamentablemente, Le Senne perdió las formas y, con violencia, arrancó la fotografía que Garrido tenía enganchada en el ordenador. Por su parte, Costa aguantó en su sitio con las imágenes unos segundos más hasta que el presidente también la expulsó.

El pasado mes de septiembre, Le Senne tuvo que declarar a los juzgados por esta acción, que fue denunciada por las familias de víctimas. Le Senne se mostró "contento" de poder declarar ante el juez y convencido que la denuncia quedará en nada y sería "una sorpresa" que no se acabara archivando. Además, el presidente ultraderechista, expresó su confianza en que el procedimiento finalice pronto "por poder dedicarse en cosas más serias, que es lo que esperan los ciudadanos".