Entre Quim Torra y Pedro Sánchez no hay diálogo pero las cartas y las llamadas -sin respuesta- no paran. El president de la Generalitat, Quim Torra, ha contestado a las diez de la mañana a la carta qué Pedro Sánchez le había hecho llegar a primera hora en que le aleccionaba sobre las obligaciones de un gobernante. Torra ha respondido a Sánchez que es responsabilidad de un representante político de convicciones democráticas favorecer la expresión democrática de los ciudadanos y buscar salidas a los conflictos. "No dar salidas democráticas a los conflictos es un síntoma de involución en un estado moderno en el seno de la UE", ha advertido.
Torra ha reprochado al jefe del ejecutivo español que le había telefoneado dos veces este fin de semana y no le ha querido responder a la llamada, lo cual, ha diagnosticado, "no es un buen signo de voluntad de diálogo". De hecho, el jefe de gabinete del president ha intentado contactar esta mañana con el jefe de gabinete de Sánchez para tratar de concertar un encuentro aprovechando que el presidente español estará en Barcelona para visitar a los policías heridos. No ha podido hablar con él. Desde la secretaría de la Moncloa han argumentado que estaba al teléfono y con reuniones.
El presidente español había advertido a Torra a primera hora de la mañana por carta que se veía en "la obligación de recordarle las tres obligaciones que tiene que cumplir un gobernante" que son, según ha enumerado Sánchez, condenar la violencia, amparar a las fuerzas de seguridad y evitar la "discordia civil".
El responsable del ejecutivo catalán ha replicado que el deber de cualquier estado democrático y de derecho es respetar y hacer respetar los derechos humanos, civiles y políticos de los ciudadanos y que una responsabilidad prioritaria de un presidente de gobierno es "propiciar el diálogo entre aquellos que piensan diferente". "La ausencia de diálogo, la imposición del silencio o la represión de la libre expresión favorecen la fractura social y el deterioro de la convivencia", advierte.
Este sábado el president i el vicepresident, Pere Aragonès, hicieron una llamada a Sánchez al diálogo inmediato y sin condiciones en una comparecencia en la galeria gótica del Palau de la Generalitat después de celebrar una reunión con alcaldes catalanes.