En una escala de preferencias, la población de Catalunya se siente, en primer lugar, catalanista. Después, prioriza el sentimiento europeísta al españolista. Así lo refleja la encuesta sobre las elecciones europeas en Catalunya que este viernes ha publicado la Oficina del Parlamento Europeo en Barcelona y el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), justo cuando faltan 100 días para la celebración de estos comicios. Concretamente, un 63% de los catalanes se siente muy o bastante catalanista, un 55% se siente muy o bastante europeísta y la tendencia baja al 36% en el caso del españolismo —de hecho, un 62% se declara poco o nada españolista—.
El estudio, realizado entre el 19 de enero y el 12 de febrero a 1.100 personas a través del teléfono, también refleja un dato que puede encender las alarmas: el 64% de los jóvenes de 18 a 24 años se muestra euroescéptico, ya que se sienten poco o nada europeístas. En cambio, en el resto de franjas poblacionales, esta identidad partidaria en Europa supera claramente el 50%. Preguntados por el 'desencanto' mostrado por la juventud, el jefe de la Oficina del Parlamento Europeo en Barcelona, Sergi Barrera, ha señalado que es un porcentaje que acostumbra a coincidir con su grado de desinterés por la política y ha querido poner de relieve el hecho de que, en las últimas elecciones en la Eurocámara, el porcentaje de voto que más se disparó fue entre la franja de 16 a 24 años: del 28% de 2014 al 42% de 2019. Por su parte, Jordi Muñoz, director del CEO, ha coincidido en el diagnóstico y ha destacado que va en paralelo al "alejamiento político o la distancia de la política institucional" que se aprecia en este grupo de población.
Seis de cada diez catalanes desconocen la fecha de las próximas elecciones y no conocen ninguna institución europea
Ante el hecho de que los encuestados acostumbran a "sobrerrepresentar" su participación o confirmar que saben una cosa que no conocen, la encuesta ha realizado varias preguntas en que pide a los que responden que concreten estos conocimientos. En el caso de las elecciones europeas, se les pedía que fueran ellos los que dijeran cuándo se producirán (serán el 9 de junio). La conclusión es que el 59% no lo sabe y solo un 17% dice correctamente el mes y el año. Ante los próximos comicios, en una escala del 0 al 10 —donde el 0 representa la nula probabilidad de ir a votar y el 10, la máxima—, un 50% responde que seguro que ejercerá su derecho a sufragio el 9 de junio.
Desde la perspectiva de las instituciones europeas, un 57% de los encuestados no sabe decir el nombre de ninguna de ellas, mientras que la más conocida es el Parlamento Europeo, que la mencionan un 29% de los participantes del estudio demoscópico. La segunda y tercera más mencionada son el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (11%) y el Banco Central Europeo (8%). Al mismo tiempo, dos de cada tres catalanes señalan que la Eurocámara tiene un papel muy o bastante importante y hasta un 59% cree que todavía será más relevante a lo largo de los próximos años.
Un 84% sostiene que su voz no cuenta en Europa
La encuesta también pregunta por la valoración que hacen los catalanes y catalanas del funcionamiento de la Unión Europea. Aunque un 44% hacen una lectura muy o bastante positiva y un 27% no la voz positiva ni negativa y siete de cada 10 cree que es positivo formar parte de la UE, lo cierto es que el 84% de los encuestados manifiesta que su voz no cuenta en el club comunitario. Paralelamente, ocho de cada 10 afirma que la voz de Catalunya tampoco cuenta, porcentaje que baja al 52% en el caso de la española. Ahora bien, estos datos no distan mucho de la percepción que tiene la ciudadanía sobre si su voz se escucha mucho o poco en otras circunstancias: un 68% cree que su voz se escucha poco en Catalunya y el tanto por ciento se amplía al 77% si se pregunta por España.
El cambio climático y la inmigración, las prioridades que debería de tener la UE
Por otra parte, desde la percepción de los catalanes, los temas que tendrían que ser prioritarios para la Unión Europea son el cambio climático, la ecología y las energías renovables (36%), seguido de la inmigración (31%). En este sentido, seis de cada diez aseveran que la política comunitaria contra la crisis climática tendría que ser más ambiciosa y un 83% se muestra partidario de que la UE pueda fijar un reparto de las personas inmigradas entre todos los estados miembros.
Con respecto a la guerra de Ucrania, hay un gran consenso sobre el hecho de que se dé apoyo humanitario al país (92%) y que se acoja a personas refugiadas de este conflicto bélico (90%). Ahora bien, este porcentaje cae cuando se trata de dar apoyo militar a Ucrania, pero sigue superando la mitad de la población (57%). Y, por último, con el debate de la ampliación del club comunitario, los catalanes son contundentes: dos de cada tres ven con buenos ojos pasar de los actuales 27 miembros a los 36, aunque eso suponga recibir menos fondos de la UE (el 61% es favorable). Preguntados por la preferencia de países que puedan acceder a las instituciones europeas, Ucrania parte con ventaja (6,7). La lista la completan Bosnia-Herzegovina (6,3), Albania (6), Serbia (5,9) y Turquía (5,1).