Sergi Sabrià y Marc Colomer han desaparecido del manifiesto para reclamar la renovación de ERC, que supera las mil firmas de militantes. Los dos fueron expedientados por faltas leves el viernes pasado, en el marco de la investigación interna por el escándalo de los carteles contra los Maragall. Además, el partido expedientó por falta muy grave y grave a un militante de Igualada y el exdirector de comunicación Tolo Moya, respectivamente. Fuentes cercanas al exviceconseller de Estratègia i Comunicació han asegurado que han sido ellos mismos los que han pedido ser excluidos "para que nadie quiera hacer un uso para perjudicar el espíritu del manifiesto del movimiento renovador".
El mencionado manifiesto se publicó a mediados de junio, pocos días después de las elecciones europeas. Los comicios europeos significaron una nueva derrota para ERC, la cuarta del largo ciclo electoral iniciado en mayo del 2023 con las municipales y continuado con las generales de julio del 2023 y las catalanas de mayo del 2024. Inicialmente, unos 300 militantes pidieron una "renovación de la cúpula", en un contexto en el cual Oriol Junqueras ya hacía una especie de campaña para la reelección como presidente del partido en el congreso previsto para noviembre. Entre las primeras firmas estaba el nombre de consellers, como Laura Vilagrà, Roger Torrent, Ester Capella, David Mascort, Meritxell Serret, Manel Balcells... y Sabrià, entonces viceconseller de Comunicació. De la misma manera, también estaba el nombre de Colomer, exvicesecretario de comunicación de la formación.
La dimisión de Sabrià como viceconseller
Dos semanas después de conocerse la existencia del manifiesto, estalló la bomba: una investigación reveló que los carteles contra los Maragall fueron encargados y pagados por ERC. Entre las personas señaladas estaba Sabrià, que dimitió como viceconseller —aunque negó cualquier rol en el escándalo de los carteles contra los Maragall (sí, sin embargo, en otras campañas)—. El viernes pasado, él y Colomé fueron expedientados por faltas leves en el marco de la investigación interna sobre el caso.
El mismo día que se destapó el escándalo también supimos que el manifiesto ya superaba las mil firmas de militantes. Es un texto que lee como un mensaje claro en Junqueras para que no presente candidatura para volver a la presidencia del partido en el congreso del 30 de noviembre, en el cual están llamados a participar unos 8.700 militantes. Es decir, que la cifra de firmantes del manifiesto representa una octava parte de las bases. Su publicación supuso un descalabro dentro del partido, que hasta el momento había tenido la crisis interna medianamente soterrada. Ahora, sin embargo, el texto tiene dos firmantes menos: Sabrià y Colomer.