La consellera de Gobernación, Meritxell Borràs, y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, han protagonizado un intercambio de palabras en la inauguración del salón Barcelona Meeting Point. La tensión entre los gobiernos catalán y español se ha vuelto a ver con un cruce de acusaciones entre ambos ejecutivos por la situación de la economía catalana. De la Serna ha asegurado que la economía y el sector de la construcción está "preocupado y asustado" por la situación de la política catalana, mientras que Borràs le ha contestado que aquello que afecta a la imagen de Catalunya son las "agresiones" y la "represión".
Todo ha pasado durante la inauguración de la Barcelona Meeting Point, en una atención que el ministro De la Serna ha realizado a los medios. El ministro ha lamentado que el sector de la construcción "esté preocupado y asustado" por la situación política en Catalunya, que ha considerado una "amenaza", una afirmación que se añade a la escalada verbal contra la economía catalana de las últimas jornadas.
De la Serna ha argumentado que el sector "estaba en pleno crecimiento y ahora la inseguridad jurídica lo lleva a temer por sus inversiones" presentes y futuras. El titular de Fomento ha sacado el discurso muy duro, señalando que "eso está provocando uno grande mal a la economía catalana, que podría llegar a la recesión, según varias agencias". Según De la Serna, esta situación "afecta a la capacidad de creación de empleo y la calidad de vida de una sociedad". Ahora bien, el ministro ha expuesto que está a tiempo de reconducir una situación caracterizada por la "fractura social", el "descrédito de las instituciones", la "pérdida de capital humano y económico" y la "imagen deteriorada en el exterior". El Gobierno ha decidido ubicarse fuera de la ley y de la Constitución", ha criticado al ministro.
Ante estas palabras, la consellera Meritxell Borràs ha considerado que lo que no es "nada positivo" para la imagen de Catalunya en el ámbito internacional son las "agresiones" y la "represión". La consellera ha recordado que la comunidad internacional ha "condenado" la actuación de las fuerzas policiales el 1-O y en este sentido, ha pedido que se "revierta" la situación de "represión" y que las discrepancias se resuelvan "desde el diálogo".