Meritxell Serret estaba en Euskadi desde el miércoles, y cruzó la frontera durante la noche. Así lo han explicado fuentes de ERC, que han concretado que la exconsellera ha hecho todo el viaje desde Bélgica en coche y acompañada, en medio de un gran secretismo por la dificultad de una operación de alto riesgo, según admiten desde el partido.
De hecho, su propia familia desconocía que Serret volvería al Estado entre este miércoles y jueves. Tampoco lo sabían el líder de Junts, Carles Puigdemont, ni el resto de "exiliados y exiliadas". Sí que estaba al corriente el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y tres o cuatro personas más. Serret quiere ser diputada del Parlament, y los republicanos le podrían reservar un papel destacar en la dirección del grupo parlamentario.
Desde de ERC han destacado la dificultad de la operación retorno de la exconsellera, que decidió hace pocos días intentar volver a Catalunya. La formación asegura que la decisión es personal de ella misma. Serret viajó el miércoles en coche desde Bélgica hasta el País Vasco, y cruzó la frontera durante la noche de ayer hasta este jueves. Siempre ha ido acompañada, pero no por su abogado, Iñigo Iruin, con quien se ha encontrado en Madrid esta misma mañana.
El Supremo ha citado a Serret a declarar el 8 de abril, después de dejar sin efecto el orden de detención y la declaración de rebeldía. El abogado de la exconsellera defenderá entonces que no tiene que haber medidas cautelares. Hay dudas, sin embargo, sobre cuál es el tribunal pertinente que tendrá que juzgar a Serret, que es electa y mañana entrará en el Parlament como diputada de ERC.
En libertad después de pasar por el Supremo
A la salida del Supremo, Serret ha afirmado que "el deseo siempre ha sido volver, y ahora siendo diputada electo hemos creído que era el momento". "Estoy aquí porque mantengo mi compromiso. Quiero ser diputada y ejercer políticamente para seguir avanzando para una resolución democrática del conflicto y acabar con la represión contra el movimiento independentista", ha asegurado.
Serret ha sido acompañada por el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que se ha mostrado orgulloso de su "valentía". El portavoz republicano ha deseado que no sea la última que hace el camino de vuelta a Catalunya.
Los delitos por los cuales se la quiso procesar fueron malversación de fondos públicos y desobediencia. El alto tribunal argumenta que como no se le ha atribuido ningún gasto concreto por la organización del referéndum en el departamento que ella comandaba y teniendo en cuenta que al resto de consellers en su misma situación -Mundó, Borràs y Vila- se les absolvió del delito de malversación —que es lo que puede comportar penas de prisión—, no la han detenido.