Desde el anuncio del acuerdo entre el PSOE y Junts se han producido multitudinarias manifestaciones día tras día delante de la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid. En estas protestas se han visto muchas banderas y de diferentes significados. Banderas españolas, banderas franquistas, banderas de los Tercios de Flandes y también banderas españolas, pero con el escudo recortado, dejando un gran agujero en medio de la bandera. Esta es una nueva incorporación que hasta ahora no había hecho acto de presencia en las protestas de la derecha y la extrema derecha, pero que ya ha empezado a llenar las calles en las manifestaciones contra Pedro Sánchez y sus pactos para hacer posible su investidura este jueves 16 de noviembre.
Sin embargo, ¿qué significa esta bandera? Quiere captar un sentimiento muy generalizado en estas protestas convocadas desde los sindicatos y agrupaciones próximas a Vox. Se trata del sentimiento de "desamparo" con el estado español y la monarquía, liderada por Felipe VI, a causa de la aprobación de la ley de amnistía pactada entre el PSOE y las formaciones independentistas. "El escudo de la bandera representa el Estado, y lo recortamos para hacer visible nuestro descontento con el régimen", afirma un manifestante en un vídeo donde se explica el significado de esta simbología. De esta manera, explica, quieren que la nación "se separe del Estado de una vez por todas". Una de las expresiones más usadas por los manifestantes que forman parte de estas protestas es la idea del "régimen" de Sánchez, de la ilegitimidad de su gobierno, y afirman que recortando el escudo separan el "régimen" de "la nación", que "debe ser libre".
Por otro lado, también interviene en este razonamiento la reciente demonización de Felipe VI por parte de la derecha y la ultraderecha, que se debe a su propuesta de investir a Pedro Sánchez después de la incapacidad de Alberto Núñez Feijóo de obtener apoyos para su investidura el pasado mes de agosto. Las críticas en redes sociales pedían al Rey que "hiciera alguna cosa" ante lo que consideraban un "atropello anticonstitucional". No obstante, la actuación de Felipe VI se limitó a seguir sus competencias, proponiendo primero al candidato más votado y después en el siguiente viable, en este caso, Sánchez. Este proceso, lejos de contentar a la derecha y extrema derecha, convirtió al Rey en persona non grata, malestar expresado mediante protestas, recortando el símbolo real en banderas y cánticos que lo tildan de "masón y enemigo de la nación". Aunque el rey carece de competencia para intervenir en las negociaciones políticas, la radicalización de las derechas la ha transformado de símbolo de la Jefatura del Estado a un supuesto "inactivo" ante lo que consideran vulneraciones a la separación de poderes.
El origen de la bandera recortada: nos remontamos al año 1956
Esta práctica, sin embargo, no es nueva. El origen de esta práctica lo encontramos en Hungría el año 1956. Este año estalla una revuelta en contra del gobierno comunista aliado de la URSS, que entonces controlaba el país del Este de Europa. Los ciudadanos que protagonizaron la revolución anticomunista recortaron el escudo de su bandera nacional por el centro para mostrar visualmente su frontal oposición al ejecutivo de la esfera soviética. La conocida con posterioridad como revuelta de 1956 acabó fracasando por la feroz represión que emprendieron las autoridades contra los civiles indignados, pero dejó para la posteridad esta práctica como un símbolo del rechazo al comunismo que posteriormente fue sucesivamente reproducido en protestas de este tipo durante el proceso de desintegración de la Unión Soviética.
En el año 1989, por ejemplo, fue replicado por los rumanos que decidieron rebelarse contra el régimen socialista de Ceausescu que acabaron consiguiendo su caída y fusilamiento. Ya en los albores de los años 90, muchos alemanes del Este hicieron lo propio con la bandera de la República Democrática, impuesta por la Rusia soviética, durante la celebración de la caída del muro de Berlín.