Parece que Marruecos sigue enfadado con España por la acogida de Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario (el movimiento de liberación del Sáhara Occidental). El rey de Marruecos, Mohamed VI, ha nombrado nuevos embajadores en Francia y en la Unión Europea y ha castigado a España, que sigue sin embajador desde el pasado 18 de mayo.
Según explica El Español, no hay novedades sobre el restablecimiento de la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, que sigue en Rabat desde el mes de mayo, cuando se la llamó a consultas después de la crisis diplomática por la acogida de Brahim Ghali y su ingreso en un hospital de Navarra.
Hay que recordar que la noticia del ingreso del líder del Frente Polisario en el hospital navarro motivó que el régimen de Mohamed VI abriera las fronteras de Ceuta y dejara pasar cerca de 10.000 personas a España en pocos días.
Una crisis diplomática
La embajadora marroquí en España fue llamada a consultas en Rabat. "No volverá mientras dure la crisis, y la crisis durará mientras continúe su verdadera causa", que es la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en territorio español, "en condiciones indignas para un estado de derecho" y su no comparecencia ante la justicia española, según declaró el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, en una comparecencia restringida ante la prensa.
Burita dejó claro que el malestar del Marruecos con España data exactamente del 17 de abril, cuando Brahim Ghali ingresó en un hospital español con una identidad falsa y un pasaporte falso, denunció. "¿Por qué no nos avisaron, ni siquiera 48 horas después? No éramos socios importantes, vecinos y amigos?".
Ghali vuelve
El 2 de junio de 2021, Abdulah Arabi, el delegado del Frente Polisario en España, confirmó que Brahim Ghali ya estaba en Argelia después de que la noche anterior cogiera un avión oficial argelino en el aeropuerto de Pamplona.
Arabi explicó que Ghali se había marchado a causa de "la clara intención de Marruecos de intentar instrumentalizar su presencia en España por razones humanitarias".
Además, aseguró que la causa de la crisis entre Marruecos y España no tiene nada que ver con el hecho de que se haya acogido Ghali. "Esta es la excusa perfecta para llevar a cabo una serie de intenciones con un claro objetivo, que es intentar condicionar posicionamientos políticos", añadió.