El Gobierno sigue emplazándose a la decisión judicial sobre el retorno de los bienes de Sijena como forma de aislar la polémica sobre que se produzca en mitad de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El portavoz y ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, ha afirmado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que "no tenía nada que decir", ya que la fecha había sido fijada por el magistrado el 11 de diciembre y el ejecutivo acataría. Sin bien, De Vigo ha abogado para que el traslado no perjudique a las obras. "Estas cosas requieren tiempo", ha dicho.
El portavoz ha recordado que el juez le envió un "requerimiento personal" que le llegó hace diez días en el que le pedía "una serie de datos" tales como el lugar donde se encontraban, su nivel de protección y las condiciones de traslado, entre otros.
"Contesté inmediatamente al juez diciéndole que las sentencias hay que cumplirlas y que, por tanto, daría orden de que se cumpliera y al mismo tiempo dije a la Consejería de Cultura que diera respuesta a la serie de preguntas que me hacía el juez".
"He visto que después el juez ha hecho otra providencia en la cual fija una fecha –el 11 de diciembre– y conmina a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado a hacer ese traslado. Esa es una decisión del juez en la que yo no tengo nada que decir".
El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Huesca, según se conoció ayer, ha reactivado el proceso de ejecución provisional de la sentencia que condena a la Generalitat y al Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) a reintegrar a su ubicación original las valiosas pinturas murales de la Sala Capitular del Monasterio de Sijena.
La decisión se produce días después de que el magistrado sustituto del órgano de primera instancia número 1 acordase la entrada de las fuerzas de seguridad en el Museo de Lleida, el próximo lunes, para recuperar 44 piezas del cenobio cuya devolución fue decretada por este mismo juzgado en abril del 2015