Mutismo en el Partido Popular sobre la DANA. En los últimos días, Génova está intentando evitar pronunciarse públicamente y directamente sobre la gestión del temporal que ha asolado el País Valencià, pero no ha dejado de cuestionar el papel de Carlos Mazón. Eso sí, para evitar entrar en el cuerpo a cuerpo con uno de sus barones o hablar más de la cuenta, Alberto Núñez Feijóo ha decidido esquivar las preguntas. Así sucedió, por ejemplo, el pasado lunes. Menos de media hora antes de que empezara la habitual rueda de prensa de de los lunes Borja Sémper (el portavoz del PP) después del Comité de Dirección del partido, con preguntas, Génova anunció una “declaración institucional” de Feijóo. Sin preguntas. Un discurso pronunciado en la sala de prensa y ante dos decenas de periodistas como meros espectadores. Fue cuando el líder del PP reiteró su petición al Gobierno que declare la emergencia nacional por la DANA, cosa que desautoriza la gestión de la Generalitat Valenciana, dado que daría el mando al Ministerio del Interior. Era un dardo dirigido a Mazón con la tranquilidad de no tener que dar explicaciones ulteriores. Un mensaje unidireccional sin que se pudiera cuestionar. Parece que el PP quiere hacer caer a Mazón a cámara lenta.
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Pero hay más silencios. La comparecencia de Feijóo canceló la programada aparición de Borja Sémper y este martes tampoco se han dejado escuchar los líderes parlamentarios del PP: ni Miguel Tellado (portavoz en el Congreso), ni Alicia García (portavoz en el Senado), ni Javier Maroto (portavoz de la Mesa de la cámara alta). En el Senado, ha habido reuniones ordinarias de la Mesa y de la Junta de Portavoces, pero nadie ha salido ante los medios. En el Congreso, es verdad que la Junta de Portavoces se celebrará el jueves (que es la cita que suscita las ruedas de prensa), pero no es menos cierto que ha habido portavoces parlamentarios que igualmente han atendido a los medios de comunicación. Además, entre el lunes y el martes, tampoco ha habido entrevistas en programas de televisión o radio, ni matinales ni nocturnos. Silencio en todas las plataformas. Solo algún tuit. Y, ahora sí, una entrevista de Esteban González Pons, vicesecretario institucional del PP, programada para el miércoles por la mañana en Onda Cero.
Feijóo compareció en el Congreso, en Letur y en L’Eliana
Ahora bien, la negativa de Feijóo el lunes a responder preguntas no ha sido una excepción. En total, desde que el martes estalló la catástrofe, Alberto Núñez Feijóo ha respondido a dos preguntas de los periodistas. Su primera aparición pública fue el miércoles por la mañana en el Congreso para denunciar que el PSOE había decidido mantener el pleno de la cámara baja para avalar el decreto que permitía renovar RTVE sin el PP. “No nos podemos apuntar a la hipocresía de suspender el pleno ordinario y automáticamente, sin ningún tipo de escrúpulo, convocar un pleno extraordinario con el único punto del orden del día, el control de la RTVE”, lamentó en aquella ocasión el presidente del PP. “¿No hay preguntas?”, se escuchó en acabar en el Escritorio de Prensa. “Es una declaración”, replicó el equipo de prensa del PP. Por la tarde, Feijóo atendió a los medios de comunicación desde Letur (Albacete). Después de una intervención de seis minutos, se marchó sin responder a preguntas.
El día siguiente, en la visita en el Centro de Coordinación de Emergencias de L’Eliana, sí respondió a los periodistas. Dos preguntas. Fue cuando responsabilizó a la Agencia Estatal de Meteorología del aviso tardío de Protección Civil. “Un presidente autonómico gestiona en función de la información que recibe, que depende de organismos con competencia exclusiva del Gobierno”, argumentó, en alusión a la AEMET y a la Confederación Hidrográfica del Júcar. Y tuvo que salir la AEMET a desmentirlo con los datos en la mano. De hecho, fue a preguntas de la prensa cuando pidió “alguna colaboración” al Gobierno, pocas horas antes de que Carlos Mazón agradeciera a Pedro Sánchez la “coordinación”, su “cercanía” y su “presencia tan rápida y tan adecuada”. Desmentido desde sus propias filas.
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Unas fuentes y no una rueda de prensa para denunciar el “chantaje” de Sánchez
El último ejemplo del escapismo de los populares delante de los medios ha sido esta misma tarde. Después de que Pedro Sánchez haya aprovechado las ayudas de la DANA para presionar a los grupos parlamentarios para que aprueben los presupuestos españoles, el PP ha optado por responder a través de un mensaje de WhatsApp remitido a los periodistas en lugar de ofrecer una rueda de prensa con preguntas. Fuentes populares, en un texto de 230 palabras, reiteran que sus votos servirán para que las víctimas “reciban la ayuda suficiente para salir adelante y se reconstruyan los sectores productivos de las zonas afectadas”. Desde Génova, se limitan a argumentar que la crisis derivada de la DANA es un “asunto lo suficientemente grave y urgente” como para “someterlo a las habituales maniobras interesadas” de Sánchez. “Hasta ahí podíamos llegar. No vamos a aprobar a Sánchez unos presupuestos que ni ha presentado, y menos aún utilizando a las víctimas en un chantaje por su interés”, han esgrimido. “Las ayudas para los afectados pueden aprobarse fuera del debate presupuestario”, han remachado. De nuevo, una comunicación unidireccional y sin posibilidad de réplica por parte de los periodistas
Ayuso evita la polémica y López Miras y Mañueco condenan la violencia
Por otro lado, sí ha habido tres barones del PP que se han pronunciado esta semana públicamente sobre la DANA, pero sin posicionarse con mucha claridad. Esta mañana, una de las voces con más autoridad para los populares, Isabel Díaz Ayuso, ha apostado por abandonar la confrontación y evitar polemizar sobre la DANA: han contestado preguntas, pero no se han posicionado abiertamente. “Estamos destrozados, no tengo palabras”, ha afirmado al ser interrogada por la gestión de Carlos Mazón. “No se puede imaginar ni el mal cuerpo que tenemos, ni lo difícil que está siendo para nosotros mantener una cierta normalidad y una cierta sonrisa ante las cámaras cuando por dentro estamos destrozados. No puedo decirle más que vamos a estar ahí para ayudar. Tengo un sentimiento siempre de que me falta por apoyar algo más a Valencia. No voy a hacer declaraciones, no puedo”, ha verbalizado en una rueda de prensa. Y ha driblado así la pregunta sobre si comparte la necesidad de declarar la emergencia nacional y sobre si “cuestiona algún punto” de la actuación del presidente valenciano o lo “respalda sin ningún tipo de fisuras”.
En segundo lugar, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se ha manifestado en un desayuno organizado por La Razón. “La violencia no puede ser el cauce para la indignación, la rabia, el cabreo, el dolor o la emoción que se está viviendo: lo condeno tajantemente”, ha afirmado en relación con el ataque que sufrieron Felipe VI, Pedro Sánchez y Carlos Mazón en Paiporta. Eso sí, ha hecho equilibrismos a la hora de valorar la gestión de la Generalitat Valenciana: entre la afirmación de que “no es el momento ahora de las cuestiones políticas” y que “llegará el momento de hacer reflexiones con frialdad”, el argumento de que la respuesta “tenía que haber llegado de otra manera”, la justificación que en situaciones de catástrofe “no debe haber confrontación política” y la consideración de que, ante una “situación de emergencia nacional”, el Gobierno tiene que situarse al frente.
Finalmente, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, reiteró el lunes en una atención a los medios que “nada justifica la violencia ante nadie” y expresó su comprensión ante la “desesperación de miles y miles de familias que lo han perdido todo” y que “llevan días sin saber dónde están sus familiares y sin poder entrar en sus casas”. “Los actos violentos no están justificados”, insistió. “Ni en estos momentos ni en ningún otro me van a encontrar en la disputa partidista y política, sobre todo cuando se habla de una catástrofe que está afectando a muchas personas. Lo importante ahora es que todos los recursos del Estado se pongan a disposición de los miles de familias que no tienen un hogar, que lo han perdido todo”, esgrimió sobre la gestión de la catástrofe.