¿Qué habría pasado en las elecciones al Parlament de este domingo si Junts per Catalunya y el PDeCAT hubieran ido unidos? La respuesta es que el resultado de los comicios del 14-F habría cambiado totalmente: JxCat habría ganado, según una simulación electoral elaborada por Feedback para ElNacional.cat en base a la ley d'Hondt, el sistema con el cual se atribuyen los escaños.

Junts, el partido del president en el exilio, Carles Puigdemont, con Laura Borràs como candidata, obtuvo el 14-F 568.002 votos, un 20,04%, y 32 diputados. Ha quedado por detrás de ERC, que consiguió 603.607 votos, un 21,30% y 33 diputados y el PSC, la primera fuerza, con 652.858 votos, un 23,04% y 33 diputados también.

El PDeCAT es el partido heredero de la antigua Convergència encabezado por el ex consellera Àngels Chacón y avalado por el expresident Artur Mas, que fue en solitario a las elecciones al no llegar a un acuerdo con Junts. Sólo obtuvo el domingo 77.059 votos y un 2,72% de los sufragios, un porcentaje insuficiente -el mínimo es el 3%- para obtener escaños.

Si, por el contrario, Junts y el PDeCAT se hubieran presentado en una sola lista habrían obtenido, sumando los votos reales que han recogido por separado, 645.061 papeletas, un 22,76% y 35 escaños, es decir, 3 más. ¿Qué fuerzas los habrían perdido? El PSC, que habría obtenido 31, 2 menos y ERC, que se habría quedado en 32, uno menos de los que realmente tiene.

Juntos habría ganado las elecciones

El resultado, pues, de la suma teórica JxCat + PDeCAT es que Junts habría ganado las elecciones, ERC continuaría como segunda fuerza en escaños pero con 1 representante menos en el nuevo Parlament y sería tercera en votos; y el PSC seguiría siendo primera en votos pero tercera en escaños. El resto de candidaturas no verían alterado el número de escaños que obtuvieron el domingo: Vox (11), CUP (9), En Comú (8), Cs (6) y PP (3). Pero la mayoría independentista (ERC, Junts y CUP) de 74 diputados se habría ampliado hasta 76.

Efecto en Barcelona y Lleida

Por demarcaciones, los cambios se producen a Barcelona y Lleida. En Barcelona, Junts habría pasado de 16 a 18 diputados empatando con ERC, que perdería uno, de 19 a 18, al igual que el PSC, de 23 a 22. En Lleida, Junts habría sumado un escaño más, de 5 a 6; ERC se habría quedado igual (5) y el PSC habría perdido 1, retrocediendo de 3 a 2. En Tarragona y Girona no habría habido cambios en la tabla.

De acuerdo con la simulación, los votos a la candidatura del PDeCAT, a pesar de no haber alcanzado ningún escaño, habrían impedido la victoria electoral de Juntos, que habría sido primera fuerza en escaños y segunda en votos. También le habría costado a Laura Borràs la presidencia de la Generalitat, que, muy posiblemente, recaerá en el republicano Pere Aragonès.

La ley d'Hondt prima a los partidos que obtienen más votos a la hora de repartir escaños aunque, a la vez, es más proporcional que otros sistemas. O, lo que es lo mismo, castiga la división electoral en varias listas, por lo menos entre fuerzas del mismo espectro ideológico que pueden compartir electores, y premia las unitarias. El caso de Junts i el PDeCAT, que en las elecciones del 2017 ffueron en la misma lista (34 diputados)  es de manual.

Imagen principal: Àngels Chacón con candidatos y dirigentes del PDeCAT durante la noche electoral