El Ayuntamiento de Sant Cugat atraviesa una situación complicada que representa un durísimo revés en las aspiraciones y el plan de gobierno del nuevo ejecutivo formado por Junts y Esquerra Republicana. Después del cambio de gobierno, dada la victoria de Junts en las elecciones municipales del 28 de mayo, el nuevo consistorio encargó un análisis interno de la situación económica que se ha llevado a cabo durante los últimos meses y que ha evaluado la situación heredada del tripartito formado por ERC, PSC y CUP. Los resultados, anunciados este lunes, revelan una situación económica muy crítica. El Ayuntamiento de Sant Cugat tiene previsto cerrar el ejercicio económico de 2023 con un déficit de 25,56 millones de euros. "Son las peores cifras de la historia de esta administración", ha admitido Carles Brugarolas (Junts), teniente de alcaldía de Economía, durante la presentación de los resultados.

A consecuencia de esta situación, Brugarolas ha anunciado que en los próximos meses se implementarán medidas que pueden afectar directamente a la ciudadanía. También ha asegurado que, a pesar de las medidas que se tienen que tomar, no se subirá la presión fiscal y se mantendrán las obligaciones, pero ha hablado de "repensar servicios y actividades" y de "tomar decisiones valientes". Más allá de las medidas que el mismo consistorio tendrá que tomar, la Generalitat también ha intervenido y ahora el Ayuntamiento está bajo tutela de la Generalitat, una situación que impide que se puedan pedir créditos financieros y aumentar el endeudamiento, una medida que tiene que servir para tratar de sanear la situación económica del consistorio santcugatense.

¿Cómo se ha llegado hasta aquí?

Brugaroles ha expuesto en la rueda de prensa que la raíz del problema se remonta a 2022, con un ritmo creciente del gasto que fue más intenso que los ingresos, situación que se pronuncia en este 2023. En cifras, entre 2020 y 2023 los ingresos corrientes han caído un 0,3% con respecto a los cuatro años anteriores, mientras que los gastos corrientes han aumentado un 15%. Así pues, el equipo de gobierno cifra en más de 25 millones de euros este déficit generado este año y en un -4,49% el ahorro bruto. Una situación que, junto con los más de 9 millones de déficits del 2022 y un ahorro bruto también en negativo (-2,13%), ha llevado al Ayuntamiento a estar tutelado por la Generalitat. Todo, deja el Ayuntamiento con una necesidad de financiación de 25,5 millones de euros, tal como ha anunciado este lunes el teniente de alcaldía de Economía. Con respecto a la deuda del Ayuntamiento, al finalizar el ejercicio el volumen total de deuda viva a final de 2023 será de 79,4 millones de euros, solo un 2,7% más alto que en el 2019, año en que entró el gobierno formado por ERC, PSC y CUP, gracias a la imposibilidad legal de concertar nuevas operaciones en el marco del plan de saneamiento.

"Hemos sido y somos muy críticos con el anterior responsable de economía del anterior gobierno, focalizado en el equipo que lideraba el PSC, lo hacemos de manera coherente con lo que habíamos aportado, y era previsible que esta situación llegaría", señala. Para este 2023, se prevé que finalmente los ingresos no financieros supondrán una recaudación de 21 millones de euros menos de lo que cuenta en las previsiones presupuestarias, que hizo el anterior ejecutivo. "Estamos ante una situación dura, inédita en esta administración, que hay que revertir", ha advertido. Ahora habrá que aplicar un Plan de Saneamiento, que estará tutelado por la Generalitat.

Medidas concretas para hacer frente a la situación

Carles Brugaroles ya ha anunciado que el consistorio ha puesto en marcha un plan de saneamiento con medidas concretas para tratar de revertir una situación que calificado como "la peor de la historia" de la administración santcugatense. Las medidas, según se ha adelantado hoy, tendrán "consecuencias que inevitablemente sufrirá la ciudadanía" y se replantearán los servicios y los gastos. Así y todo, ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad afirmando que el consistorio se ha comprometido a no subir la presión fiscal y a mantener el compromiso con el gasto social, las obligaciones y entidades. El gobierno santcugatense también ha anunciado que una de las primeras medidas que se tomarán será la introducción de protocolos de transparencia y control, como la adopción del sistema europeo de cuentas o la planificación estratégica del gasto. Con todo, se prevé ajustar las medidas para que no se alarguen más allá del próximo año, dado que perder 3 años del mandato sería lesivo para los intereses del municipio, ha apuntado al concejal.

Después de la exposición de los datos económicos este lunes, también se han producido reacciones entre las filas del gobierno municipal. Una de las primeras, la de Jordi Puigneró (Junts) y actual teniente de alcaldía de Buen Gobierno, Relaciones Institucionales y Ciudad Digital de Sant Cugat y exvicepresidente de la Generalitat. "Hoy hemos conocido la penosa situación económica que hemos heredado del anterior Gobierno tripartido de Sant Cugat (recordar que el PSC era el responsable de Economía). Ahora entendemos por qué no quisieron aprobar el presupuesto del año pasado a pesar de tener mayoría para hacerlo", ha afirmado en una publicación a X (antiguo Twitter).