Los socialdemócratas tienen asumido que, para salir el callejón sin salida europeo, habrá que hacer sacrificios. Los socialistas españoles se abren ahora a votar a favor del nombramiento del candidato de Giorgia Meloni para la Comisión Europea a cambio de que Teresa Ribera también entre dentro del Ejecutivo comunitario. Es el precio que están dispuestos a pagar ante la situación de bloqueo que se vive en Bruselas: el Partido Popular Europeo le ha comprado a Alberto Núñez Feijóo la estrategia de embarrancar el nombramiento de la vicepresidenta tercera del Gobierno, mientras que los socialdemócratas son reticentes a avalar a los candidatos ultras que proponen Italia y Hungría, porque no forman parte de la coalición que apoya a Ursula von der Leyen.
"La Unión Europea no puede adentrarse en la inestabilidad con vetos cruzados de mirada corta", sostienen las fuentes consultadas por este periódico, que señalan que la mejor manera de "proteger a Europa" es conseguir "que la Comisión se ponga en marcha". En opinión de los socialistas, tienen la "responsabilidad" de intentar que el Ejecutivo comunitario "no dependa de las maniobras de Donald Trump y la ultraderecha". "Lo más relevante es qué hace la Unión Europea ante una nueva administración de Trump que amenaza con aranceles a productos europeos, con una guerra comercial con China, que desafía el orden multilateral y que mantiene una actitud de provocación", sostienen estas mismas fuentes.
Sea como sea, y con el objetivo de que Ursula von der Leyen tenga ya formado cuanto antes mejor un Ejecutivo en el que esté Teresa Ribera, los socialistas se muestran ahora abiertos a colocar también al italiano Raffaele Fitto. "La Unión Europea no puede permitirse una mirada miope en el delicado contexto geopolítico en el que se encuentra; la decisión que hace falta tomar no es 'si Ribera o si Fitto', porque la decisión estratégica es llegar a un consenso que proteja a Europa en un escenario internacional especialmente peligroso". Paralelamente, el diario El País publica este lunes que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene previsto reunirse con Ursula von der Leyen durante la cumbre del G-20 que se celebra estos días en el Brasil, con la intención de desbloquear la situación.
El otro candidato extremista que genera enormes reticencias a los socialdemócratas es Olivér Várhelyi, que ha sido propuesto por el Ejecutivo ultra de Viktor Orbán. Actualmente, la Comisión de Von der Leyen se sostiene por una coalición de la familia europea de los socialistas, liberales y populares. Pero el líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, tiene una estrategia política que pasa por el acercamiento a la extrema derecha, por lo que presiona a los socialdemócratas para que den luz verde a estos candidatos. Ante este callejón sin salida, los populares han pedido votar en bloque a los candidatos y evitar así 'traiciones'.
Con el fin de incrementar el precio del apoyo de los populares a Teresa Ribera —y con el objetivo de casarse con Feijóo de cara al congreso de los populares europeos que se celebrará en 2025— Manfred Weber ha puesto dos condiciones para dar apoyo al nombramiento de la vicepresidenta tercera del Gobierno. Ahora la instan a comparecer en el Congreso de los Diputados y dar explicaciones sobre la DANA (lo hará este miércoles) y también comprometerse a dimitir si la Justicia la acaba imputando por la catástrofe meteorológica.