"Volvamos a las calles. Independencia", es el lema de la movilización independentista de la Diada nacional de Catalunya del próximo 11 de septiembre, con la que las principales entidades de la sociedad civil vinculadas al movimiento aspiran a "recuperar la fuerza y el impulso" de las movilizaciones masivas de la etapa 2012-2017. En un momento en el cual el independentismo ha estado en horas bajas, habiendo perdido la mayoría absoluta en el Parlament y con las constantes disputas y desavenencias entre los dos principales partidos, Junts y ERC, hasta el punto de haber llegado a romper un Govern de coalición, ahora las entidades marcan el reto de recoser heridas y construir puentes para "desde la diversidad y la pluralidad" poner en el centro el objetivo que tienen en común, la independencia de Catalunya, y "sumar fuerzas para combatir un Estado español antidemocrático".
Escenifican esta unidad una movilización que, bajo la convocatoria de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), como cada 11 de septiembre, este año también a Òmnium Cultural, la Associació de Municipis per la Independència (AMI), el Consell de la República, la Intersindical y CIEMEN. Como ha afirmado el presidente de la ANC, Lluís Llach, este jueves en rueda de prensa desde Arc del Triomf de Barcelona, no había tantas entidades sumándose a la convocatoria desde el 2016. En un momento también de discrepancias dentro del movimiento por las negociaciones de Esquerra Republicana para una eventual investidura del socialista Salvador Illa como president, sobre lo que la ANC se ha posicionado en contra reiteradamente, hoy Llach ha rechazado hacer cualquier declaración al respecto porque el mensaje que quieren dar, ha insistido, era la unidad. Con respecto a la presencia de políticos, el presidente de la ANC tan solo ha afirmado que la movilización estará abierta "a todo el mundo que quiera venir" y que es "su responsabilidad" si lo hacen o no.
Este 2024, como ya se adelantó ayer, la movilización será descentralizada, con manifestaciones y/o concentraciones paralelas a cinco de las principales ciudades de Catalunya: Barcelona, Girona, Lleida, Tarragona y Tortosa, "para que se pueda movilizar todo el territorio". Todas empiezan a las 17:14. Cada una de las movilizaciones con una temática relativa a los principales problemas que afronta el país y que la ANC atribuye a "las consecuencias nefastas de la dependencia". En Barcelona el tema será la vivienda y se convoca una manifestación desde la Estació de França hasta Arc del Triomf, en donde estarán los parlamentos. En Girona se denunciará la "degradación del sistema sanitario por la falta de recursos", en la calle Jaume I; en Tarragona se hablará de "el espolio fiscal" y el "colapso de los trenes de Rodalies y regionales", con una manifestación desde el Passeig de les Palmeres hasta el Monument dels herois del 1811; en Lleida los problemas del campo, desde la Plaça dels Pagesos hasta la Plaça Ricard Vinyes; y en Tortosa el "desequilibrio territorial y la mala gestión de los recursos hídricos".
Llach: "Volvemos a las calles con determinación y unidad"
El presidente de la ANC, Lluís Llach, ha defendido este jueves que "la independencia, la liberación nacional, es el elemento clave de todo el resto de liberaciones sociales o colectivas" y ha destacado la "necesaria unidad del independentismo": "La sociedad civil organizada nos unimos para recoger la voluntad de la gente, desde la unidad. Nos conjuramos en asumir el liderazgo del embate político. Volvemos a las calles con determinación y unidad", ha apuntado. Acto seguido, Llach ha afirmado que "la represión del 155, las actuaciones de las cloacas, los engaños de los políticos de la metrópoli española o el golpe de Estado judicial miden con mucha precisión el precio que los catalanes pagamos para ser españoles, un precio insoportable". El también cantautor considera que "las consecuencias de la dependencia de la metrópoli" son un problema de supervivencia colectiva como sociedad de Catalunya.
Antich: "No nos podemos permitir el lujo de perder ni a un activista"
Por su parte, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha destacado la necesidad de "trabajar mejor para la coordinación que el movimiento y la ciudadanía reclama". A pesar de las diferentes posturas de las diversas entidades, Antich ha hecho un llamamiento a convertir la Diada en "una gran manifestación de país, desde la diversidad y la pluralidad". El líder de Òmnium pide un "frente común para demostrado que el independentismo es fuerte, transversal y maduro estratégicamente". "No nos podemos permitir el lujo de perder ni un activista" ha afirmado Antich, que a pesar de admitir que las urnas han mostrado últimamente que ha habido un desencanto y una decepción, ha argumentado que en las calles "no puede faltar ni uno" para "condenar un estado que nos reprime y juega sucio". Òmnium hará la fiesta de la libertad en el Passeig Lluís Companys como siempre.
Por su parte, el presidente de CIEMEN, David Minoves, ha puesto el foco en una movilización que también tiene que ser "contra el discurso de odio y el populismo antipolítico que nos quiere rotos como sociedad y como país". En este sentido, ha defendido la lengua como elemento de cohesión de todo el mundo en Catalunya, "vengan de donde vengan". En nombre de La Intersindical, la secretaria nacional Ester Rocabayera ha defendido que hay que salir a las calles "para decir que nos hace falta una industria sostenible, salarios dignos, una jornada laboral del S.XXI y para disponer de un sistema de protección social fuerte"; y todo con unos marcos laborales "acordados aquí y no en Madrid". Finalmente, Jordi Gaseni (AMI) ha reclamado a los gobiernos locales que hagan de correa de transmisión del movimiento independentista. "Salimos a la calle para reivindicar la soberanía perdida, la de un país que quiere ser Estado. Mostrado que el afán continúa intacto", ha concluido.