Las más que preocupantes datos de uso del catalán que ha revelado la Enquesta d'Usos Lingüístics hecha pública por el Govern esta semana han provocado una retahíla de reacciones. Después de constatar que las cifras son muy malas (por ejemplo, solo un tercio de la población de Catalunya tiene el catalán como lengua de uso habitual) casi una cuarentena de entidades de diferentes ámbitos (desde la ANC y Òmnium al CIEMEN o el Col·legi d'Infermeres o Metges pasando por Foment del Treball Nacional y el Sindicat de Llogateres) han pasado a la ofensiva y este viernes han presentado el movimiento "Català per a tothom, a cada feina, a cada escola a cada barri" con la cual quieren conseguir un objetivo que para ellos es "claro e inaplazable": universalizar el acceso al catalán.

Los datos también muestran que hay más de dos millones de personas que quieren aprender o mejorar su catalán (la cifra ha aumentado respecto de la última encuesta entre personas extranjeras que viven en el país, pero ha bajado entre los nacidos en Catalunya y en el resto del estado) y las entidades lamentan que solo hay 120.000 plazas por año para aprender catalán. "Con la oferta actual, necesitaríamos más de 20 años para cubrir esta demanda", apuntan, cosa que tildan de "insostenible e inaceptable". Por eso, hacen un llamamiento al conjunto del país para empezar a actuar y revertir estos nefastos datos de uso del catalán, que para muchos se encuentra ya en una situación de emergencia.

Deberes al Govern y compromiso de las entidades

En un acto conjunto en el Born Centre de Cultura y Memoria, las entidades han subrayado que si bien es responsabilidad del Govern garantizar que las personas que quieran aprender catalán lo puedan hacer y revertir la ausencia de espacios reales para acceder a la lengua, han decidido ponerse a trabajar para dar respuesta a la problemática desde los barrios, escuelas y trabajos. Así, han reclamado a la Generalitat que aumente en un mínimo de 80.000 plazas anuales los cursos públicos de catalán, pasando de las 120.000 a las 200.000 anuales. De estas, han detallado, 30.000 tienen que estar destinadas al Consorci per a la Normalització Lingüística con horarios adaptados a las necesidades de los aprendices, 30.000 a los centros de trabajo para que se pueda aprender catalán en el trabajo y mejorar así una oferta de cursos de catalán en estos espacios que ahora es prácticamente inexistente. Las 20.000 restantes tienen que ir a las escuelas, con cursos de catalán para familias en horario escolar y extraescolar, teniendo en cuenta que hay más de 400.000 padres y madres nacidos fuera de Catalunya que tienen niños matriculados en las escuelas del país. Jordi Armadans, Merylis Mosquera y Toño Suárez han sido los encargados de detallar el plan en el acto unitario.

Tras poner deberes a las instituciones, la cuarentena de entidades han mostrado su compromiso para impulsar la creación de centenares de grupos para aprender catalán entre vecinos, familias y compañeros de trabajo; en el caso de las entidades del mundo económico, sindicatos y organizaciones empresariales, a poner en marcha un programa de gran alcance para aprender catalán en el trabajo, con unas características y calendarios consensuados. También con la puesta en marcha de una gran recogida de firmas para reclamar el incremento de las plazas para universalizar el acceso al catalán a través de la plataforma peratothom.cat. Quien quiera colaborar económicamente lo puede hacer a través de donativos para crear grupos y comprar materiales. "Juntos podemos revertir la situación y asegurar que el catalán sea una lengua plenamente accesible para todo el mundo", concluye el manifiesto conjunto.