"A Sócrates no lo mató un loco ni un amante despechado. Lo mató la legalidad de la ciudad". Es un fragmento de Filosofía inacabada, un libro publicado por la filósofa y ensayista Marina Garcés el año 2015. Forma parte de un capítulo que repasa la hostilidad y la persecución que ha sufrido la filosofía a lo largo de los años; y afirma que "la pulsión erradicadora de la filosofía por parte de los garantes del orden social se ha mantenido hasta hoy, bajo distintas formas". Se trata de un fragmento de una obra publicada en el año 2015, pero que con la polémica de los últimos días ha pasado a ser de rabiosa actualidad. Garcés menciona las "sucesivas reformas educativas que, de manera clara en España, pero también en otros países, arrinconan el estudio de la filosofía a una rareza de humanidades". Finalmente, Garcés apunta que "no hay ningún pasado dorado de la filosofía: solo hay medios más favorables o más hostiles, y en cualquier momento se puede pasar de una situación a la contraria".

Este fragmento de Garcés tiene relación directa con uno de los debates de los últimos días: la asignatura de filosofía ha desaparecido a la ESO en la propuesta curricular que Educació ha hecho a los centros educativos a través de un borrador. Fuentes del departament aseguraron a este diario que en la conselleria hay el convencimiento de que la asignatura se mantendrá en el currículum después de evaluar la contrapropuesta que ahora tienen que hacer los centros y los docentes, así como los sindicatos. Ahora bien, en la trinchera de aquellos que defienden que se tiene que impartir la asignatura de filosofía no hay mucho optimismo. Consultado por ElNacional.cat, el divulgador filosófico Àlex Agustí, asegura estar convencido de que la asignatura acabará cayendo porque se trata de una materia que "cuestiona el discurso hegemónico". De hecho, ha llegado a crear un change.org para tratar de revertir la situación.

Así pues, ¿qué tienen en común Sócrates y la asignatura actual de filosofía? Que cuestionan el poder. Eso es lo que piensa Miquel Tresserras, catedrático y exdecano de la Facultat de Comunicació Blanquerna. En declaraciones a este diario, señala que la filosofía "ayuda a la gente a pensar, y se supone que en general el pensamiento crítico no está bien visto por la autoridad". Eso quizás explica el hecho de que la asignatura de filosofía ha estado casi siempre perseguida y en riesgo de caer en los diversos currículums que ha habido. Según Tresserras "una asignatura puede crear un clima dentro de una escuela; un ambiente crítico que ya no gusta tanto a los gobiernos". "La filosofía no es una mera asignatura, porque hace que nos hagamos preguntas", añade.

En el Estado español, la filosofía también ha sido motivo de debate por las diversas leyes de Educació que se han aplicado desde la Moncloa. Actualmente, por ejemplo, está vigente la LOMLOE, aprobada en el año 2020. Esta ley vuelve a hacer obligatoria esta asignatura a segundo de Bachillerato, pero es la ley posterior a la aprobada por el PP de Mariano Rajoy: la LOMCE, conocida como Ley Wert. Aquel texto hacía desaparecer la obligatoriedad de la filosofía en segundo de Bachillerato, aunque la mantenía en primer curso. También pasaba a ser una asignatura opcional en cuarto de la ESO.

Coincide con Miquel Tresserras la directora de IREF, un grupo de investigación para la enseñanza de la filosofía. Gloria Arbonès considera que esta disciplina "lo cuestiona todo y pone patas arriba las raíces de las cosas". Explica en declaraciones a ElNacional.cat que el poder "puede pensar" que poner la filosofía a disposición de los niños "puede ser peligroso" porque "das una herramienta a la juventud y a la infancia para mirar críticamente el mundo". "Es por eso que no es recomendable ni bien visto por el statu quo", argumenta Arbonès.

En cambio, este argumentario es rechazado por el decano del Col·legi Oficial de Doctors i Llicenciats en Filosofia i Lletres, Àlex Rocas. En declaraciones a este medio, asegura que él respeta las opiniones de aquellos compañeros suyos que sí defienden que la filosofía está en constante peligro en los currículums porque cuestiona el poder, pero él elude esta idea. Considera que si "en los últimos veinte años esta asignatura ha sufrido un retroceso con respecto a las horas que se imparten" en las aulas es por razones que obedecen a la evolución del mercado laboral. "Las humanidades, en general están sufriendo", manifiesta, y considera que es porque los gobiernos se centran en otorgar a los alumnos "unas competencias que no pueden eludir el saber". Para el decano del Col·legi de Filòsofs, la filosofía es una de las materias que pone las bases para que los alumnos puedan formarse como personas. Durante su argumentación, también añade que una de las cosas buenas que le parece pertinente señalar del borrador presentado por Educació es "la superación de tanta especificidad y poca transversalidad". "Se echa de menos más solidez de conocimientos ineludibles básicos", apunta.