La exsecretaria de Estado de Cooperación Internacional y diputada del PSOE hasta el final de esta legislatura, Soraya Rodríguez, se ha dado de baja del partido. En la carta que ha remitido a la secretaria general del PSOE de Valladolid, Teresa López, afirma que esta "difícil decisión" la ha adoptado por la "discrepancia profunda" que mantiene con la dirección del partido en relación con el diálogo con los independentistas catalanes.
"No puedo compartir que la mayoría de la moción de censura, que ha sostenido al Gobierno durante los últimos ocho meses, sea una posibilidad viable de conformar una mayoría parlamentaria razonable para sostener a un Gobierno socialista. Por eso espero y deseo que después de los resultados electorales del 28 de abril el PSOE no reedite la mayoría de la moción de censura para obtener una investidura", explica en la misiva.
"Hacer depender otra vez la gobernabilidad del país sobre el independentismo, que ha iniciado una operación de acoso y demolición del Estado de Derecho y de la Constitución, tendría consecuencias muy negativas para nuestra democracia", argumenta la que fue portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados cuando Alfredo Pérez Rubalcaba era el líder del partido.
El PSOE no está fijando ningún veto de cara a los pactos postelectorales. Los miembros de la dirección de Pedro Sánchez repiten que aspiran a gobernar en solitario y a conseguir acuerdos con aquellas formaciones que respeten la ley y el diálogo. Para Rodríguez, en cambio, volver a contar con los independentistas en una eventual investidura de Sánchez "haría imposible el necesario diálogo con Catalunya, como se ha demostrado recientemente con el intento de condicionar la aprobación de los presupuestos generales a la creación de mesas de partidos al margen de las Cortes generales dónde se pudiera hablar y decidir sobre un inexistente derecho de autodeterminación".
El exdirigente socialista defiende que el diálogo de Catalunya se tiene que abordar "de manera amplia, incluyendo por descontado a todos los catalanes y desde un amplio consenso de los partidos constitucionalistas", los que, "con posiciones políticas e ideológicas diferentes, han participado siempre de un consenso constitucional esencial sobre la integridad territorial y la soberanía nacional".