"A menos que Madrid recupere el apoyo de algunos catalanes que apuestan por la independencia, solo las elecciones [del 21-D] no acabarán con el conflicto. En resumen, el conflicto catalán no se resolverá con la intervención de Madrid, sólo entrará en una nueva etapa". Es la conclusión de Stratfor, acrónimo de Strategic Forecasting (Predicción Estratégica), una empresa privada norteamericana especializada en servicios de inteligencia y espionaje, mal conocida como "la CIA en la sombra".
Los analistas de Stratfor han publicado su último informe sobre la crisis catalana este jueves. Pintan un cuadro de estancamiento cuya única salida no es otra que "reformas institucionales", que concretan en la reforma de la constitución y a la mejora del sistema de financiación autonómica.
Si el gobierno español y sus aliados PSOE y Cs piensan que la intervención de Catalunya y las elecciones resolverán la crisis, van errados, viene a decir Stratfor. El problema de este plan –explica– es que el resultado de las elecciones es imposible de predecir. La incertidumbre económica y política derivada del referéndum de independencia [del 1-O] quizás ha hecho cambiar de opinión a algunos electores independentistas. Pero la respuesta de Madrid también puede haber solidificado la voluntad del movimiento independentista y llevar [a su favor a] muchos electores que todavía no se habían decidido", añade.
Un remedio temporal
El análisis destaca los datos del último sondeo del CEO para señalar la situación de estancamiento político. "El sentimiento de los votantes no ha cambiado mucho desde las últimas elecciones del 2015, cuando los partidos independentistas obtuvieron el 48% de votos y la mayoría de los escaños en el Parlamento", dice.
Ahora bien, sigue, "lo que ha cambiado, sin embargo, es la unidad de los partidos independentistas". Los acontecimientos en torno al referéndum "han creado tensión entre ellos, cosa que hará que les sea más difícil, pero no imposible, formar un gobierno eficaz en el futuro". No ven mejor las cosas del otro lado. "Si los partidos unionistas ganan [el 21-D] también les será igualmente difícil formar un gobierno eficaz, porque tienen poco en común entre ellos más allá de su oposición a la independencia".
Las elecciones pueden comprar un poco de tiempo en el gobierno español, añade el análisis de Stratfor. "Pero así no solucionará sus problemas, especialmente si no está dispuesto a hacer reformas institucionales". Recuerda también que el gobierno español "ha dicho que está dispuesto a aumentar la financiación de Catalunya y a reformar la constitución española (...) pero es poco probable que pueda adelantar reformas significativas antes de que los catalanes vuelvan a las urnas". Las elecciones del 21-D sólo son "un remedio temporal", concluye.