Los partidos suecos han dejado en evidencia a los españoles y han conseguido un acuerdo de gobierno que ha excluido expresamente la extrema derecha, cuando era el árbitro. El Partido Socialdemócrata del primer ministro en funciones, Stefan Löfven, ha conseguido cerrar un complicado acuerdo con ecologistas, liberales y centristas, que le permitirá seguir gobernando en Suecia. La negociación del pacto ha tardado 4 meses.
En las elecciones suecas, el bloque de izquierdas que lideraba Löfven consiguió 144 escaños, mientras que la denominada Alianza (conservadores, centristas, liberales y democristianos) obtuvo 143, y el partido ultra Demócratas de Suecia llegó a los 62 y se situó como bisagra.
El pacto entre los dos grandes bloques se presentava muy difícil, y ha llevado a un gran impàs político en el país, con mucha discusión en las bases de las diversas formaciones políticas. Pero hoy se ha solucionado con un cordón sanitario contra los ultras.
La actitud de los partidos suecos contrasta con la que han tenido los partidos españoles en Andalucía, especialmente el PP y Cs, que han pactado con el partido ultra Vox.