Suiza ha prohibido hoy por referéndum el velo islámico integral, en particular en sus dos modalidades más comunes, el niqab (el del área del Golfo Pérsico) y el burka (el de Afganistán). En cambio, el velo que no tapa la cara quedará permitido.
Los resultados apuntan a una victoria del Sí por un 52,7% a favor, ante un 47,3% en contra, según los porcentajes recogidos por Swissinfo, pocas horas antes de acabar el recuento. Hasta ahora, 17 de los 26 cantones que conforman el país han aprobado la medida, que requería una mayoría tanto en el porcentaje de población como en el número de cantones.
El resultado significa que la prohibición ahora se tiene que incorporar a la Constitución helvética y que se aplicará en restaurantes, tiendas y espacios públicos.
La iniciativa ha sido impulsada por los diputados de la formación de extrema derecha Unión Democrática de Centro (UDC), que quería prohibir el uso del burka, el niqab, y otras formas no religiosas de ocultar la cara, y era rechazada por el resto de partidos del espectro político suizo. Desde la UDC se argumenta que esta prohibición contribuirá a impedir atentados terroristas y otras formas de violencia, y facilitará la promoción de la igualdad de género, liberando a las mujeres que están "controladas, oprimidas y cautivas".
Jean-Luc Addor, diputado de la Unión Democrática de Centro, ha saludado "a todas las personalidades de izquierda y musulmanas que se han atrevido a comprometerse con esta iniciativa liberadora para las mujeres". Según ha indicado, la propuesta ha podido reunir un amplio frente que va mucho más allá de las filas de la UDC. "Algunos musulmanes han entendido que el niqab es una manifestación ostentosa del Islam radical", ha asegurado.
El Gobierno suizo era contrario a la prohibición del velo integral por razones económicas, con el argumento de que afecta casi exclusivamente a las turistas procedentes de los países ricos del Golfo Pérsico, por lo que su supresión sería un revés para los ingresos de país.
Muchos estudiosos del islam y también ulemas discrepan del carácter religioso del velo. Se trata, para ellos, de una vieja costumbre de las poblaciones árabes, más propia de las zonas rurales que de las grandes urbes, y no de una exigencia del Corán.