El fiscal suizo Yves Bertossa sigue la pista de la fortuna oculta de Juan Carlos I en Suiza. El fiscal investiga una transferencia de 3,5 millones de euros desde la cuenta suiza del rey emérito en el banco Mirabaud, a una cuenta del abogado Dante Canónica en las Bahamas, y el destino finales de este dinero. Quiere averiguar si fueron a parar a otras cuentas con titulares desconocidos, según informa El País.
El fiscal de Ginebra ya ha determinado el |destino de buena parte de los 65 millones de euros que el emérito tenía en su cuenta de la Fundación Lucum. Al menos 50 millones fueron a parar a cuentas del examante del monarca, Corinna Larsen, a quien le fueron transferidos en junio del 2012. Hubo, sin embargo, una transferencia de 3,5 millones a una cuenta de Canónica en Nasáu (Bahamas).
Corinna dice no saber nada
Preguntado por este movimiento de capitales, Canònica declaró al fiscal que tenía regularizada su situación con Hacienda. Por su parte Corinna Larsen aseguró a Yves Bertossa que no había sido informada de esta transferencia al secretario de la Fundación Lucum.
Tanto Canónica como Arturo Fasana, que gestionaba la fortuna de Joan Carles en Suiza, cobraban sus honorarios a través de la cuenta de la Fundación Lucum. Lo hicieron entre el 2008 y los 2012, cuandofue cerrado. El fiscal quiere saber si estos 3,5 millones fueron a parar, a través de Canónica a otras personas, cuya identidad se desconoce.
El fiscal Bertossa investiga Canónica, Fasana y Corinna Larsen por|para un delicye de blanqueo de capitales. Sus investigaciones destaparon la fortuna que el rey Juan Carlos escondía en Suiza: al menos 65 millones de de euros provenientes, según él, de un regalo del rey saudí. Todos los indicios apuntan que se trata de una comisión por la concesión de las obras del AVE a la Meca.