Freno a la reforma fiscal pactada entre Junts y el PSOE, aunque los socialistas han conseguido llevar a Sumar a su terreno. El acuerdo que alcanzaron hace quince días el PSOE y los juntaires mantenía el impuesto a la banca, pero eliminaba el impuesto a las energéticas ante la oposición de Junts a convertirlo en permanente. Asimismo, las dos formaciones pactaron una serie de modificaciones impositivas que se traducían en enmiendas registradas por el PSOE al Proyecto de ley por la que se establece un impuesto complementario para garantizar un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales y los grupos nacionales de gran magnitud. Ahora bien, su recorrido no está siendo fácil: desde el primer momento ERC, Bildu y Podemos dejaron claro que no avalarían los cambios promovidos por Junts y el camino tempestuoso se ha confirmado. El nuevo capítulo ha sido la suspensión de la Comisión de Hacienda que tenía que votar las enmiendas “Se ha desconvocado para seguir hablando”, indican a ElNacional.cat fuentes del Ministerio de Hacienda, que también reconocen que es difícil que Junts se mueva de su negativa. En paralelo, Sumar ha difundido un nuevo acuerdo con el PSOE que incluye, entre otras medidas, un nivel de tributación mínimo del 15% sobre beneficios para multinacionales y grandes empresas, el mantenimiento del impuesto a la banca, un nuevo impuesto para los bienes de lujo como jets y yates privados o coches de lujo y un IVA del 21% para los apartamentos turísticos. Eso sí, Sumar renuncia al impuesto a las energéticas, aunque figuraba al acuerdo de coalición que firmaron Pedro Sánchez y Yolanda Díaz el pasado mes de octubre. Las medidas acordadas entre PSOE y Sumar necesitarán el apoyo insoslayable de todos los partidos que permitieron la investidura de Sánchez.
¿Por qué se ha desconvocado la Comisión de Hacienda? “Necesitamos más tiempo para buscar acuerdos y transaccionales. Se está negociando y para hoy no llegábamos”, relatan desde las filas socialistas en el Congreso a preguntas de este medio. En la misma línea, la diputada de ERC Pilar Vallugera apela a mantener las negociaciones hasta encontrar un “punto de equilibrio”. Los republicanos habían anunciado al PSOE que votarían en contra del dictamen de la ley. Así pues, todos los actores ganan tiempo para encontrar la solución. La próxima fecha es el próximo jueves, 14 de noviembre: se ha vuelto a convocar la Comisión de Hacienda con la voluntad de que entonces los partidos ya hayan alcanzado un acuerdo satisfactorio.
Recapitulemos. La semana pasada, la ponencia, que es el primer filtro que tiene que pasar una ley en tramitación en la cámara baja, no entró en la discusión de las enmiendas y se limitó a introducir cuatro retoques técnicos. “Patada adelante”, reconocían fuentes presentes en la reunión. El siguiente obstáculo que tenían que superar las enmiendas era la Comisión de Hacienda, que estaba convocada para este lunes por la tarde: se tenían que debatir y votar las enmiendas y era la primera vez que se habría plasmado la oposición generalizada del bloque de investidura al pacto entre el PSOE y Junts. Ahora bien, para evitar una previsible derrota parlamentaria, la comisión se ha desconvocado menos de una hora antes de que empezara.
Los avisos de ERC, Bildu y Podemos
La negativa de republicanos, abertzales y morados no es nueva. Las tres formaciones fueron claras una vez se conoció el contenido de las enmiendas pactadas entre el PSOE y Junts. De hecho, los tres partidos (igual que Sumar, que ahora se desdice) registraron enmiendas por su cuenta apostando por la continuidad del impuesto a las energéticas. “La permanencia de estos impuestos se someterá a debate y votación a la Comisión de Hacienda, por lo que todos los grupos parlamentarios se tendrán que expresar y fijar la posición”, avisaban ERC y Billdu. “Los votos de Bildu nunca estarán al servicio de los que pretenden acabar con una medida de sentido común”, avisaban desde las filas abertzales. Y ERC, en palabras de Pilar Vallugera, avisa que no avalarán la ley si hay “riesgo” de que se incorporen enmiendas que “favorecen a la banca y las energéticas”. El aviso de Podemos iba en la misma dirección: “Los cuatro diputados no darán apoyo a la proposición de ley si se elimina la tasa a las energéticas. Se tiene que convertir en permanente y su retirada supondría una reforma fiscal encubierta y regresiva”.
El acuerdo entre el PSOE y Junts también incluía, entre otras medidas, beneficios fiscales a las pymes y microempresas, una rebaja del impuesto de sociedades en función de determinados supuestos y bonificaciones para la reinversión empresarial. El cálculo de Junts es que el acuerdo beneficiaría el 45% de las empresas de Catalunya, que se ahorrarán 2.500 millones de euros. Asimismo, establecía el mantenimiento de prestaciones por incapacidad permanente y una bonificación del 100% de las cotizaciones para los clubs deportivos sin ánimo de lucro.
📝 Las pymes catalanas se ahorrarán 2.500 millones gracias a los beneficios fiscales pactados por Junts y PSOE
El paquete fiscal pactado por el PSOE y Sumar: yates y coches de lujo, apartamentos turísticos, seguros privados, cooperativas y tabaco
¿Y qué han acordado, exactamente, al PSOE y Sumar? Las dos formaciones han pactado un nuevo paquete fiscal para, según dicen, “mejorar la suficiencia de recursos” y “seguir ampliando derechos, políticas sociales y financiar la transición ecológica y digital”. “Los cambios fiscales persiguen que contribuyan más los que más tienen, haciendo que las grandes multinacionales y especialmente los bancos, que tantos beneficios obtienen de la sociedad, contribuyan más al sostén del estado del bienestar”, esgrimen. En concreto, han pactado establecer un nivel de tributación mínimo del 15% sobre beneficios para multinacionales y grandes empresas, mantener el impuesto en la banca, elevar en dos puntos la tributación en el IRPF de las rentas de capital por encima de los 300.000 euros, establecer un nuevo impuesto sobre en bienes de lujo como jets y yates privados o coches de lujo, introducir un IVA del 21% para los apartamentos turísticos y eliminar la exención a las primas de seguros privados sanitarios que tienen un “claro sesgo regresivo” y “benefician fundamentalmente las personas y familias de renta alta”.
Asimismo, el pacto incluye suprimir el régimen fiscal especial de las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliarios (que tributan al 1% al impuesto de sociedades, cosa que “no ha servido para mejorar la oferta de viviendas”), desplegar el Estatuto del Artista para “cumplir la fiscalidad especial que requiere el mundo de la cultura”, mejorar la fiscalidad de las cooperativas para “facilitar su crecimiento y ampliación” y “desincentivar el consumo de tabaco y vapeadores en nombre de la salud pública” a través de un aumento de su fiscalidad. Finalmente, abogan por “resolver los problemas generados” por la “fallida” reforma fiscal de Cristóbal Montoro y “avanzar la recaudación de grandes empresas y grupos de empresas limitando las posibilidades de deducción de pérdidas y dividendos repatriados o las posibilidades de consolidación de los grupos de empresa al impuesto de sociedades”.
El calendario a partir de ahora
La previsión inicial del PSOE era aprobar definitivamente la ley, con la incorporación de las enmiendas, en el pleno del Congreso del próximo jueves. De esta forma, la norma se habría enviado al Senado, que tendrá veinte días para tramitarla. Ahora bien, el revés de hoy altera las previsiones. De momento, el nuevo objetivo es aprobar el dictamen de la ley el jueves por la tarde, una vez se haya acabado el pleno. Eso permitiría que, si hay acuerdo y tiene votos suficientes, la ley pudiera recibir luz verde a la Carrera de San Jerónimo la semana que viene para enviarse a la cámara alta. El objetivo de la Moncloa es que llegue al Boletín Oficial del Estado antes de final de año, dado que forma parte de la reforma fiscal comprometida con la Unión Europea y que está incluida en el Plan de Recuperación. Para ir bien, la ley tendría que llegar al Senado a finales de noviembre, a fin de que el Congreso pudiera levantar el presumible veto (o las enmiendas) del PP en el último pleno de 2024, previsto para el 19 de diciembre. Si no llegara a tiempo, podría convocar un pleno extraordinario la semana de Navidad o la de Fin de Año.